Artículo traducido, autor original: Richard Betts, Universidad de Exeter. La gran ambición del Acuerdo de París es limitar el calentamiento global a una cifra que se encuentre por debajo de los 2ºC. Esto fue impulsado por la preocupación acerca del aumento del nivel del mar a largo plazo. Un clima más cálido significa, inevitablemente, la fusión del hielo, y no se necesita un modelo informático para predecirlo, es simple sentido común.
Como aumentan las temperaturas, tarde o temprano, la mayor parte de los glaciares del mundo se convertirán en agua que llegará al océano. Además, el agua se expande cuando se calienta. A pesar de que para ver el resultado final tiene que pasare mucho tiempo (estamos hablando de siglos), las consecuencias de aumentar sólo 2ºC la temperatura tendrá impactos profundos sobre las zonas costeras y todas las islas. Por ello, en París, todo el mundo estuvo de acuerdo en juntar esfuerzos para ir más allá y limitar el calentamiento global a 1,5ºC por encima de los niveles pre-industriales.
El término ‘pre-industrial’ no siempre se define correctamente, pero se considera que fue entre el año 1850 y 1900, que es cuando se realizaron las mediciones precisas para estimar los cambios de temperatura globales. En la década de los años 80, cuando los científicos alarmaron por primera vez sobre los riesgos del cambio climático, el mundo ya había calentado unos 0,4ºC. Las cosas se han acelerado desde entonces, y mientras que los cambios de año a año muestran bajadas y subidas, la tendencia general actual es hacia arriba. Los últimos datos de la Oficina de Meteorología muestran que 2016 estará 1,2ºC por encima de los niveles pre-industriales, así que estamos ante el año más cálido jamás registrado.
Así que dado esto, ¿cómo será un mundo 1,5ºC más caliente?
Nada muy diferente… al principio. Dependiendo de la sensibilidad del clima y de la variabilidad natural, podremos tener el primer año por encima de 1,5°C a finales del año 2020, aunque es más probable que sea más tarde. En cualquier caso, el primer año que nos encontremos por encima de los 1,5 ° C en comparación a las temperaturas preindustriales no representará lo que es un mundo más cálido a largo plazo.
Durante ese año se esperarán algunos fenómenos meteorológicos extremos en algún lugar del mundo, como ocurre todos los años. Algunas de estas olas de calor, lluvias torrenciales o sequías pueden llegar a ser más frecuentes como consecuencia del cambio climático. Separar las señales del cambio climático del ruido de la variabilidad natural es un trabajo duro.
Sin embargo, habrá algunos lugares en los que no se verán grandes impactos durante el primer año, aunque son los que se han vuelto más propensos a ser afectados. Así que mientras las posibilidades de que se dé una ola de calor extremo, por ejemplo, pueden haber aumentado en el momento en que superemos los 1,5 ° C, pueden no presentarse necesariamente en ese año.
Los efectos del cambio climático se verán a largo plazo
Por otra parte, algunos cambios tales como el aumento del nivel del mar o la extinción de especies no van de la mano de los cambios en el clima, simplemente porque los procesos pueden ser más lentos. Se tardan décadas o más para derretir los glaciares, por lo que el aporte de agua extra a los océanos va a llevar tiempo.
Sin embargo, nada de esto debería evocarnos una falsa sensación de seguridad. Aunque la subida del nivel del mar o las pérdidas de biodiversidad no sean evidentes durante el primer año que sobrepasemos los 1,5 ° C de más, algunos de estos cambios serán probablemente inevitables.
Más allá del calentamiento global
Los efectos sobre el medio ambiente del aumento de dióxido de carbono no sólo nos afectan porque sea un gas de efecto invernadero. También afecta directamente al crecimiento de las plantas mediante la mejora de la fotosíntesis y hace que el mar sea menos alcalino y más ácido. La acidificación de los océanos no es algo saludable para los organismos que tienen esqueletos de calcio, como los corales y algunas formas de plancton. El aumento del CO₂ podría verse como algo positivo, ya que aumenta la fertilización y puede ayudar a mejorar el rendimiento de los cultivos, pero aún así, las implicaciones para la biodiversidad pueden no ser del todo positivas, la investigación ya ha demostrado que el aumento de CO₂ beneficia a especies como las lianas (crecen más rápido) y compiten con los árboles, por lo que la composición de los ecosistemas puede cambiar.
El grado en que un mundo 1,5ºC más caliente verá otros impactos depende del nivel todavía incierto de ‘sensibilidad climática’, es decir, cuánto calentamiento se produce por un aumento de dióxido de carbono. Una mayor sensibilidad significaría que un pequeño aumento de CO₂ aumentaría mucho la temperatura, por lo que la fertilización y la acidificación serían relativamente menos importantes, y viceversa.
Impactos de quedarse en 1,5°C
Existe un gran debate sobre si limitar el calentamiento a 1,5 ° C es posible o no. Pero incluso si lo es, limitar el calentamiento global en sí tiene consecuencias. No estamos hablando de los posibles impactos económicos (ya sean positivos o negativos). Estamos hablando de los impactos sobre el tipo de cosas que estamos tratando de proteger al minimizar el cambio climático en sí, cosas como la biodiversidad y la producción de alimentos.
Para limitar el calentamiento a 1,5°C, las emisiones netas de CO₂ tendrían que ser negativas antes de finales de siglo. Esto significaría no sólo parar la emisión de CO₂ en la atmósfera, sino también conseguir eliminarlo en grandes cantidades. Tendríamos que crear grandes áreas de bosque o grandes plantaciones de cultivos bioenergéticos, y capturar y almacenar el dióxido de carbono. Esto requerirá tierra. Pero también necesitamos la tierra para los alimentos, y para mejorar la biodiversidad.
El mundo será de cada vez más diferente a lo que conocemos
Así que mientras que el Acuerdo de París intensificó la ambición y el compromiso del mundo para tratar de limitar el calentamiento a 1,5°C, hay que recordar que hay algo más importante en juego que un solo número.
Sería ingenuo mirar al clima en el primer año que alcancemos los 1.5°C de calentamiento y decir «Bueno, eso no es tan malo, tal vez podemos relajarnos y dejar que el calentamiento continúe«. Es vital recordar que en cualquier nivel dado de calentamiento global, aún no hemos visto el impacto total del mismo. De una forma u otra, en última instancia, el mundo va a ser un lugar muy diferente.
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El artículo ‘¿Cómo será la Tierra cuando la temperatura sea 1,5ºC más alta?‘ ha sido traducido por Ciencia Today, el autor original es Richard Betts, Universidad de Exeter. Este artículo ha sido publicado originalmente en “The Conversation“. Aquí puedes leer el artículo original en inglés.