Hace más de un siglo que sabemos que en la superficie del sol se pueden observar chorros de plasma que salen disparados desde la atmósfera solar a gran velocidad (a unos 100 km por segundo). Estos misteriosos chorros han sido denominados espículas solares y no ha sido hasta ahora cuando se ha conocido cómo y por qué se forman.
Gracias a un equipo internacional de científicos y astrónomos del LMSAL (del inglés, Lockheed Martin’s Solar and Astrophysics Laboratory), situado en california, hemos podido saber que las espículas solares se forman por las interacciones que se producen entre los campos magnéticos y el gas parcialmente ionizado que se encuentra en la atmosfera del Sol.
Según ha explicado a SINC Juan Martínez-Sykora, el investigador principal del estudio, «Las espículas se producen por una cadena de eventos. Lo que detona el proceso es la ‘liberación’ de la tensión del campo magnético en la parte baja de la atmósfera solar (la cromosfera), una tensión que se genera en las proximidades de la superficie del Sol por los movimientos aleatorios de ebullición”.
Encontraron la clave de las espículas solares en las partículas neutras
“Después, la presencia de partículas neutras (sin carga) facilitan que el campo magnético que contiene esa tensión atraviese la superficie solar. Además, la interacción entre partículas cargadas y neutras desempeña también otro papel fundamental, ya que ayuda a liberar la tensión como si de un latigazo se tratase”.
Utilizando modelos matemáticos muy complejos para crear simulaciones avanzadas consiguieron replicar los chorros de plasma que se generan de forma espontánea. Los datos obtenidos con estas simulaciones coinciden con las observaciones reales de las espículas solares captadas por el satélite espacial IRIS (Interfaz Region Imaging Spectograph) de la NASA y el Telescopio Solar Sueco del Observatorio del Roque de los Muchachos, ubicado en Canarias.
Los científicos encontraron la solución en la propia ionosfera de la Tierra, una zona superior de la atmósfera en la que las interacciones entre partículas neutras y cargadas son las responsables de multitud de procesos dinámicos. En las zonas más frías del Sol, no todas las partículas están cargadas por lo que las partículas neutras no están sometidas a los campos magnéticos.
Las partículas neutras son las que hacen posible que los nudos magnéticos floten y atraviesen el plasma hirviendo para alcanzar la superficie. Cuando lo hacen, se rompen en espículas y liberan tensión en forma de plasma y energía.
Gracias a estas simulaciones y las observaciones que han realizado los investigadores, se han podido identificar las interacciones físicas que existen entre los campos magnéticos y el plasma solar que hacen posible la formación de las espículas.