El pasado 19 de octubre, el telescopio Pan-STARRS (en Hawái) captó algo inesperado. Lo que era un débil punto de luz que se movía en el cielo y que parecía un cometa, se convirtió finalmente en el primer asteroide que viene del espacio interestelar.
Primero se pensó que se trataba de un pequeño asteroide que se movía a gran velocidad, sin embargo, tras una serie de investigaciones los científicos se dieron cuenta de que debido a su órbita, el asteroide no se había originado en el sistema solar, sino que seguramente venía del espacio interestelar, por lo que ha sido clasificado como el primer asteroide interestelar, dentro de una nueva clase.
Ha recibido el nombre de 1I/2017 U1 o ‘Oumuamua, palabra hawaiana que hace referencia a un explorador o mensajero que viene de muy lejos y que llega el primero. Los investigadores y sus descubridores han publicado un estudio en Nature para describir cómo fue el descubrimiento.
El asteroide interestelar ‘Oumuamua viaja a 95.000 km/h
Estos utilizaron el telescopio VLT de ESO para determinar la órbita, el color y el brillo del asteroide. Al parecer tuvieron que ser rápidos, pues este se alejaba rápidamente del Sol e iba a desaparecer del sistema solar.
Tras combinar varias imágenes del satélite VLT con otras imágenes de otros grandes telescopios, el equipo de astrónomos del Instituto de Astronomía de Hawái descubrió que ‘Oumuamua gira sobre su eje cada 7,3 horas, que tiene una longitud de 400 metros y una forma compleja y enrevesada. Tampoco han encontrado el menor atisbo de polvo en torno a él.
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Los astrónomos creen que el asteroide interestelar es denso, de un material rocoso o incluso con gran contenido metálico pero que no parece presentar hielo ni agua. Su superficie es oscura y presenta tonos rojizos probablemente debidos a los efectos de los rayos cósmicos que ha ido recibiendo durante millones de años.
Según los autores del estudio, muy probablemente ‘Oumuamua ha estado vagando por la Vía Láctea de forma independiente a otro sistema estelar durante millones de años y que el encuentro con el sistema solar ha sido casual. Según los cálculos de su órbita, parece que el asteroide viene de la dirección en la que encontramos a la brillante estrella Vega, en la constelación septentrional de Lyra.
El asteroide interestelar ‘Oumuamua viaja a una velocidad de 95.000 km/h y los expertos creen que no es el primero que pasa por el interior del sistema solar, lo que ocurre es que a menudo son pequeños y difíciles de detectar. Gracias a los nuevos grandes telescopios como el Pan-STARRS que son muy potentes, de cada vez tenemos más posibilidades de descubrir asteroides de este tipo.