Recientemente, investigadores de la Universidad de Cambridge han creado una batería cuya tecnología será capaz de alimentar mucho más tiempo los coches eléctricos y otros dispositivos que requieran una cantidad de energía similar. El anuncio del nuevo invento se realizó el pasado jueves 29 de octubre cuando presentaron en su laboratorio una batería de litio-oxígeno con prestaciones notoriamente superiores a las actuales baterías de ion de litio.
Aunque su lanzamiento al mercado está todavía muy lejos, esto supone un gran avance tecnológico pues tal y como dijeron sus creadores, «la batería dispone de una alta intensidad energética, con hasta el 93% de eficiencia y se puede recargar más de 2.000 veces«. De esta forma, la batería de litio-oxígeno o litio-aire se ha denominado como «la batería definitiva» puesto que cuenta con una densidad de energía teórica, superando hasta 10 veces más a las baterías de ion de litio actuales.
¿Conseguirá la Batería de litio-oxígeno implantar los coches eléctricos en la sociedad?
Clare Gris, profesor del departamento de química de Cambridge asegura que «es un gran paso hacia la obtención de baterías prácticas, pero todavía tienen muchos obstáculos por delante antes de que éstas lleguen al mercado«. De hecho, los investigadores han asegurado que pueden pasar más de 10 años antes de que las baterías de litio-oxígeno estén listas para utilizar comercialmente.
La principal característica de las baterías de litio-aire es el uso de hidróxido de litio (LiOH) en lugar de peróxido de litio (Li2O2), además de utilizar un electrodo hecho de grafeno de carbono altamente poroso, teniendo como resultado final una batería mucho más eficiente y estable de lo que jamás hayamos podido imaginar.
Así pues, sin lugar a dudas podemos ser optimistas en este aspecto. Muy pronto, posiblemente antes de lo que esperábamos, podremos contar con baterías mucho más eficientes, ecológicas y de larga duración. Eso tendrá una gran repercusión en la industria automovilística, por lo que es de suponer que podríamos estar ante el empujón definitivo que necesitaban los coches eléctricos para ganar terreno en nuestra sociedad y acabar de una vez por todas con los coches de gasolina.
Si eso finalmente sucediera, sería inevitable pensar en una contaminación medioambiental progresivamente menos agresiva, por lo que el cambio climático podría tener los días contados, ¿no sería ideal?