Aunque los virus exhiben algunas de las características de los organismos vivos: tienen genes, evolucionan por selección natural y se replican. La mayoría de los biólogos argumentan que no están vivos porque no pueden replicarse por sí mismos.
Algunos virus que causan enfermedades humanas tienen sus obstáculos para hacerlo, con diferentes grados de éxito, en gran parte debido a las vacunas.
Los virus son fragmentos de material genético que secuestran la mecánica de las células vivas para replicarse a sí mismos, escapar y propagarse. Fuente: Dominic Alves/Flickr
El origen de la palabra vacuna (del latín, vaca) proviene de la observación que hizo Edward Jenner a las mujeres lecheras que parecían ser inmunes a la viruela. A partir de esto, surgió la idea de que una infección por un virus estrechamente relacionado, pero menos peligroso podría proteger contra la enfermedad grave.
Se encontró posteriormente que incluso los virus inactivados (tales como los de las vacunas contra la rabia y la poliomielitis) o partes de esos virus (tales como los de las vacunas de la hepatitis B o del Virus Influenza eran capaces de estimular al sistema inmune para recordar y protegernos de las infecciones posteriores que fueran peligrosas para nuestra salud.
Las mejores vacunas incluso han dado lugar a la erradicación de algunas enfermedades, tales como la viruela humana y la peste bovina. Con suerte, en un futuro próximo, la poliomielitis y el sarampión se convertirán también en enfermedades del pasado.
En comparación con los antibióticos, que se usan para el tratamiento de las infecciones bacterianas, y que se desarrollaron en la década de los años 40, los tratamientos antivirales son un desarrollo mucho más reciente.
La mayoría de los intentos de formular medicamentos antivirales se basan en bloquear una o más etapas del ciclo de replicación viral. Muchos medicamentos antivirales utilizados para tratar el VIH y el Virus del Herpes Simple (que causa el herpes labial), por ejemplo, lo que hacen es atascar el mecanismo de replicación del virus.
Otros antivirales interfieren en el mecanismo que los virus utilizan para introducirse en las células huésped o para salir de ellas (como el oseltamivir para el Virus Influenza), mientras que otros lo que hacen es estimular al sistema inmunológico para que busque y destruya las células infectadas por el virus (como es el caso del interferón que se utiliza para el tratamiento de la hepatitis C).
Grandes, pequeños…
Los seres humanos (o al menos los médicos) tienen una visión muy antropocéntrica del mundo, pero los virus pueden infectar a todos los organismos vivos, incluso a las bacterias (como es el caso de los virus bacteriófagos). Y parecen estar en todas partes.
Imagen del Virus Influenza, los antivirales formulados contra este virus interfieren en el mecanismo que utiliza para entrar en la célula o para salir de ella. Fuente: Kat Masback/Flickr
Craig Venter, el biólogo y empresario que fue uno de los primeros en secuenciar el genoma humano (curiosamente, el suyo propio), dio la vuelta al mundo en su yate y tomó muestras de agua de mar por el camino. Cuando su equipo examinó las muestras, encontraron una increíble diversidad de nuevos virus, con aproximadamente 10 millones de copias de virus por mililitro de agua.
El reciente descubrimiento de nuevos virus muy grandes también ha difuminado los límites entre lo que constituye vida o no. En 2003, un Mimivirus se encontró dentro de una ameba en una torre de enfriamiento en Inglaterra. Fue nombrado el «microbio que imita al virus», ya que era visible bajo un microscopio óptico y tenía un genoma que rivalizaba con el de las pequeñas bacterias.
El actual poseedor del récord de virus más grande es el Pandoravirus, que se encuentra en un estanque en Melbourne. Su genoma se aproxima a la complejidad de un pequeño parásito. Estos descubrimientos recientes han dado lugar a una reconsideración de la naturaleza y clasificación de la vida. Didier Raoult, el biólogo francés que dirigió el equipo que descubrió el Mimivirus, incluso propuso una reclasificación de los organismos complejos tales como los virus gigantes.
¿Son los virus del agua del mar la sopa de la que posteriormente hemos evolucionado? Más investigación podría dar respuestas a estas y otras preguntas interesantes. En cualquier caso, está claro que estos diminutos parásitos genéticos serán siempre un problema con el que tendremos que lidiar.
El artículo ‘¿Qué es un Virus?‘ ha sido traducido por Ciencia Today, el autor original es Allen Cheng, Profesor Asociado de Epidemiología de Enfermedades Infecciosas, Universidad de Monash. Este artículo ha sido publicado originalmente en “The Conversation“. Aquí puedes leer el artículo original en inglés.