¿Te imaginas poder tener un cuerpo libre de grasas? Eso es lo que podríamos conseguir gracias a un nuevo estudio en el que se ha visto cómo la exposición a temperaturas frías altera drásticamente la composición de los microbios intestinales en ratones y que este cambio es suficiente para quemar grasa, mejorar el metabolismo de la glucosa y reducir el peso corporal significativamente. Algo que podría ser clave para prevenir la obesidad y las enfermedades metabólicas relacionadas.
Todos hemos notado alguna vez que cuando nos enfrentamos a temperaturas bajas nuestro cuerpo reacciona para contrarrestar ese cambio de temperatura. Para ello, normalmente solemos sentir un aumento de nuestra energía, que inconscientemente hace que activemos nuestro cuerpo para aumentar la temperatura, además de protegernos contra la obesidad y mejorar nuestra salud metabólica.
Los microbios intestinales podrían prevenir la obesidad
Mirko Trajkovski, autor principal del estudio realizado en la Universidad de Ginebra coemnta, «Creemos que el potencial terapéutico de estos hallazgos podría servirnos para dar un enfoque prometedor en la prevención de la obesidad y las enfermedades metabólicas relacionadas«.
Una posible vía terapéutica para tratar la obesidad se centraría en tratar de que el ser humano formara buenos tipos de grasa en el cuerpo, conocidos como grasa marrón y beige. Los bebés tienen una gran cantidad de grasa marrón que les genera calor y los protege del frío extremo. Científicos recientemente han descubierto que los adultos también cuentan con reservas de grasa marrón, ya que poseen un subtipo de grasa marrón que se conoce como grasa beige.
La exposición al frío o el ejercicio puede promover la formación de grasa beige, lo que nos ayudaría a quemar calorías almacenadas y a protegernos de la hipotermia, la obesidad y los problemas metabólicos. Para tratar de dar credibilidad a su hallazgo, los investigadores trasplantaron bacterias intestinales de ratones que habían sido sometidos al frío a otros ratones que no tenían flora intestinal porque habían sido criados en condiciones de esterilidad.
Los microbios trasplantados mejoraron significativamente el metabolismo de la glucosa, aumentaron la tolerancia a las bajas temperaturas de los ratones y causaron pérdida de peso gracias a la formación de grasa beige en los cuerpos de los ratones. «Estos resultados demuestran que los microbios intestinales regulan directamente el balance de energía en respuesta a los cambios en el medio ambiente«, asegura Trajkovski.
El intestino absorbe más nutrientes para contrarrestar la pérdida de peso
Sin embargo, cuando los ratones llevaban tres semanas expuestos al frío, el peso corporal de los mismos comenzó a estabilizarse. Los investigadores trataron de explicar ese fenómeno asegurando que el intestino absorbe más nutrientes de los alimentos con el fin de contrarrestar la pérdida de peso adicional por el mayor gasto energético.
Así pues, los investigadores ahora centrarán todos sus esfuerzos en buscar el por qué ciertas bacterias pueden prevenir la obesidad debido a la remodelación del tejido intestinal y disminuir así el modo de absorción de los nutrientes en el intestino. ¿Podremos conseguir regular nuestro organismo hasta conseguir un cuerpo 10? La ciencia está muy cerca de conseguirlo…