No son pocos los que piensan que el exceso de limpieza y evitar el contacto con animales es una de las mejores formas de evitar contagiarse de ciertas enfermedades. Sin embargo, tal y como se había sugerido anteriormente cuando se trata del asma, el contacto con animales como los gatos o las cucarachas durante los tres primeros años de vida puede reducir el riesgo de padecer esta enfermedad en un futuro.
Según demuestra un nuevo estudio publicado en la revista científica «Journal of Allergy and Clinical Immunology» en el que los investigadores han analizado los alérgenos a los que se han expuesto los niños durante los 3 primeros años de vida, aquellos niños que han sido expuestos a alérgenos de gato, ratón y cucaracha antes de los 3 años tienen menos probabilidades de padecer asma.
El asma es una enfermedad que afecta a las vías respiratorias en la que las personas que la padecen sufren síntomas desagradables como la tos, las sibilancias y una incesante sensación de ahogo. De hecho, puede llegar a ser mortal durante una crisis grave.
La mejor forma de prevenir el asma es la exposición temprana a alérgenos
La principal recomendación para un niño asmático es que viva en entornos en los que no haya presencia de polvo y mucho menos que este contenga alérgenos de mascotas, ácaros u otras plagas. Pero eso sólo es recomendable en el caso de que el niño ya padezca la enfermedad. Pues antes de que lleguen a padecerla, la mejor forma de prevenir el asma es precisamente exponiéndolo de forma temprana a estos alérgenos.
El estudio se ha llevado a cabo sobre 442 niños, 130 de los cuales ya padecían asma. Los investigadores recogían el polvo de sus hogares cuando los niños tenían 3 meses, 2 años y 3 años. Los científicos encontraron una relación significativa entre el el nivel de alérgenos de ratón, gato y cucaracha y el asma. De tal forma que cuanto más altos eran lo niveles de alérgenos menos propensos eran los niños a sufrir asma a los 7 años.
También se analizaron los alérgenos de perro pero los resultados no fueron estadísticamente significativos, lo que quiere decir que los resultados podrían deberse a la casualidad y que se necesitan más estudios para demostrar la influencia de los alérgenos de perro en la protección frente al asma.
Lo que sí que está claro es que el riesgo de asma es menor cuando perros, gatos, ratones y alérgenos de cucarachas se encuentran en el ambiente en el que se desarrollan los niños cuando tienen 3 meses de edad. Este tipo de estudios y los que vendrán a continuación pueden ser muy útiles para identificar los objetivos específicos de las estrategias de prevención del asma.
Aún queda mucho por estudiar e investigar sobre qué es lo que desencadena el desarrollo del asma, mientras tanto ya tienes una buena razón para convencer a tus padres o a tu pareja de que tener una mascota en casa es una gran idea para criar a un niño.