Todos estaremos de acuerdo en que el cambio climático tiene devastadoras consecuencias. Desastres naturales, propagación de enfermedades, extinción de especies… Seguramente no nos bastaría un sólo artículo para describir los horrores que trae consigo el calentamiento global. Pero ahora al parecer, se suma un elemento más a la lista: el aumento de las temperaturas interferirá en el despegue de los aviones.
Según afirma un nuevo estudio publicado en la revista «Climatic Change», a medida que la temperatura global mundial aumente, las olas de calor serán más frecuentes y como consecuencia, más vuelos se quedarán en tierra. El calor extremo dificultará los viajes aéreos principalmente porque complicará el despegue de los aviones.
Vamos a hacer un repaso de física para explicar cómo vuelan los aviones, o al menos cómo consiguen despegar. Realmente son muchos los factores que permiten que un avión pueda volar: entran en juego leyes de la física como la de Bernouille, el efecto Venturi, el efecto Coanda, las Leyes de Newton (de Acción-Reacción) y el Momento de Fuerza.
El calentamiento global afectará al despegue de los aviones
Pero para simplificar, cuando un avión comienza a acelerar en la pista de despegue, a medida que va cogiendo velocidad ocurre un fenómeno muy curioso alrededor de sus alas. Estas cortan el aire y lo dividen en dos secciones, el aire que se queda por encima del ala y el aire que se queda por debajo del ala.
Fuente: Brian Gaid/Unsplash
Como la superficie del ala no es igual por arriba que por abajo, sino que por arriba tiene una ligera curvatura y por abajo es plano, cuando el aire pasa por su superficie superior, tiene que hacer un recorrido más largo que el aire que pasa por debajo, lo que se traduce en que el aire por arriba va más lento que el aire que pasa por debajo, lo cual genera un cambio de presión que de alguna forma succiona el avión hacia arriba y lo permite despegar.
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Esta fuerza de succión se denomina efecto de sustentación y en el estudio han visto que cuando las temperaturas son muy elevadas, el efecto de sustentación que se produce es menor debido a que el aire caliente pesa menos. Según explica Ethan Coffel, autor principal del estudio: «A medida que la temperatura del aire aumenta a una presión constante, la densidad del aire disminuye, resultando en un menor efecto de sustentación a la misma velocidad, lo que supondrá una restricción de peso a los aviones para despegar«.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores de la Universidad de Columbia construyeron modelos de rendimiento para 5 aviones comerciales en 19 aeropuertos de todo el mundo y calcularon el porcentaje de vuelos que se verían afectados en un futuro. Y han llegado a la conclusión de que entre el 10 y el 30% de los vuelos anuales que despegan a una hora en la que la temperatura alcanza sus valores máximos, tendrán que reducir su peso o tomar medidas para aumentar el efecto de sustentación.
Las restricciones de peso pueden pasar por descargar parte del combustible o embarcar menos pasajeros. Pero incluso, se tendrán que tomar otro tipo de medidas como por ejemplo, despegar a mayor velocidad, hacerlo en pistas más largas y a horas en las que las temperaturas sean más bajas.
Actualmente, durante algunas de las olas de calor registradas en Estados Unidos, ya se han tenido que cancelar decenas de vuelos por este motivo. Si bien por el momento han sido afectados aquellos aviones menos potentes, en ciertos estados como Phoenix y Arizona, las temperaturas han llegado casi a los 50ºC. Por lo que no estamos hablando de un problema a largo plazo, sino que es una realidad que el cambio climático está afectando al despegue de muchos aviones.
