La empresa Memphis Meats ha creado por primera vez carne de pollo y de pato a partir de células de cada ave cultivadas en un laboratorio. El objetivo es conseguir la producción de carne de ave sin animales y sin todo lo que conlleva la producción de carne de aves de corral.
La compañía ha dado pocos detalles sobre esta nueva producción, sin embargo, los participantes de la cata de estos productos han afirmado que la carne sabía bien, que sabía a pollo. Las empresas de este estilo que se dedican a producir carnes artificiales se enfrentan a grandes desafíos regulatorios.
No es la primera vez que oímos hablar del tema, la primera hamburguesa cocinada con carne de laboratorio llegó en 2013, y aunque no recibió muy buenas críticas, abrió el debate sobre cómo iba a regularse todo este sector de agricultura celular que utiliza la biotecnología para sustituir a los animales en la fabricación de productos cárnicos, leche y huevo.
La producción de carne sin animales, todo un reto
Por el momento, ninguno de estos alimentos sintéticos ha llegado al mercado. No obstante, en la Bahía de San Francisco, en California, los empresarios de Memphis Meats esperan lanzar en los próximos 5 años sus albóndigas y salchichas creadas a partir de cultivos celulares. Por otra parte, a finales de este año Perfect Day, una empresa que produce productos lácteos no procedentes de la vaca, quiere comenzar a comercializar sus productos.
Por ello, aún no está claro como se gestionará el suministro de estos nuevos alimentos. La Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Washington, D.C., ha trabajado en uno de los estudios más amplios hasta el momento sobre la evolución de la biotecnología y de las regulaciones de los futuros productos.
«Los cultivos celulares plantean muchas incógnitas«, dijo Isha Datar, Ceo de New Harvest, una organización sin ánimo de lucro con sede en la ciudad de Nueva York que fue fundada para dar soporte a esta industria naciente.
Una de las estrategias para conseguir regular los alimentos potenciales producidos en el laboratorio es demostrando que el producto es similar a un producto que ya existe y que ha demostrado que no constituye riesgo alguno. «La gran parte de la regulación de alimentos de basa en alinear nuevos productos con algo que ya está reconocido como seguro«, señala Datar.
Esta estrategia podría servir para la empresa Perfect Day que utiliza levaduras para sintetizar las proteínas de la leche y luego las combina con otros ingredientes para crear una «leche sin vaca». Las proteínas de la leche, las caseínas y el suero de leche ya son reconocidos como seguros porque son idénticos a los que se obtienen de las vacas.
Se plantea como una forma de producción de carne más segura y sostenible
«El producto no puede catalogarse legalmente como leche, porque existen unas normas muy estrictas que definen a la leche como el producto que se obtiene de las secreciones de la glándula mamaria de una vaca. Esta definición deja fuera a cualquier producto lácteo obtenido a partir de la fermentación o de cualquier herramienta biotecnológica«.
«Cuando se formularon estas definiciones, nadie pensaba en que podríamos llegar a crear algo así«. Dijo Phillip Tong, ex director del Centro de Tecnología de Productos Lácteos y profesor de la Universidad Politécnica de California.
La situación se complica para regular la carne creada a partir de cultivos celulares animales. Las células se cogen del músculo de un animal y se cultivan en el laboratorio en condiciones especiales hasta que se forma la cantidad suficiente de fibras musculares como para constituir una albóndiga o una hamburguesa.
Los defensores de esta recién llegada agricultura celular afirman que podría conducir a una producción de alimentos de origen animal más segura, humana y sostenible. Sin embargo, es un territorio desconocido.
Se ha llegado a sugerir que podrían ser catalogados y regulados como la fabricación de cualquier otro fármaco. Ya que estos se definen por la FDA (Food and Drug Administration, el equivalente en Estados Unidos a la Agencia Española del Medicamento) como cualquier sustancia que incluya células humanas, tejidos y productos a base de tejidos. Por lo que podría encajar con dicha definición.
¿Llegaremos a probar la carne de pollo producida en el laboratorio?
De momento aún no está claro como se supervisarán todos estos nuevos cambios que están trayendo los nuevos alimentos. Aunque la biotecnología puede dificultarnos la clasificación y la regulación de los nuevos productos alimenticios como esta carne de pollo producida en el laboratorio a base de cultivos celulares. También puede facilitarnos las medidas de seguridad. Se podría sintetizar proteína de clara de huevo que no desencadenara reacciones alérgicas. O también se podrían insertar códigos de barras en los genes y podría ser más fácil realizar un seguimiento de los productos a través de las cadenas de suministro.