Últimamente los edulcorantes artificiales están siendo objeto de debate, pues se cree que podrían tener efectos metabólicos perjudiciales. Ahora un nuevo estudio ha puesto de manifiesto que los edulcorantes artificiales pueden provocarnos más hambre.
Los edulcorantes sintéticos han sido ampliamente utilizados como sustitutos del azúcar debido a que tienen menos calorías. Pero ahora los últimos estudios sugieren que este tipo de sustancias pueden producir alteraciones en nuestro metabolismo, afectando a nuestra salud. Estas alteraciones pueden conducirnos a aumentar de peso e incluso pueden llegar a desencadenar una diabetes.
En el nuevo estudio, publicado en la revista «Cell Metabolism» los autores sugieren que los edulcorantes artificiales engañan a nuestro cerebro simulando un estado de hambruna. Esto puede provocar que algunas personas tiendan a comer más de lo que necesitan, pues es la forma que tiene el cerebro de compensar ese estado de baja energía.
Los edulcorantes artificiales alteran nuestro metabolismo
Para comprobar el efecto de una alimentación rica en edulcorantes sintéticos los investigadores utilizaron moscas de la fruta. Un grupo fue alimentado durante 5 días con levaduras y sacarosa y el otro grupo con levaduras y sucralosa. La sucralosa es un edulcorante artificial que se utiliza en muchos alimentos bajos en calorías.
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Aquellas moscas que fueron alimentadas con sucralosa, consumieron un 30% más de calorías que el otro grupo alimentado con sacarosa. Tras retirar el edulcorante sintético de sus dietas, las moscas recuperaron sus niveles de consumo de calorías normales.
Existe una técnica en investigación que ayuda a determinar lo atractivo que puede llegar a ser un alimento para las moscas, de alguna forma indica la preferencia por ciertos alimentos. Y así fue como determinaron que las moscas que fueron alimentadas con sucralosa tenían un especial interés por consumir alimentos que llevaran azúcar.
Examinando todas las sustancias químicas que participan en la regulación del apetito y los niveles de energía, los investigadores han encontrado la red neuronal que alteran los edulcorantes artificiales y que provoca ese estado de hambruna.
Los edulcorantes artificiales podrían provocar más hambre
Los investigadores han hallado una relación entre el gusto dulce y el contenido energético, y aquí es donde está el problema de los edulcorantes artificiales, cuando el cerebro detecta el sabor dulce pero luego no recibe energía calórica real, esta relación se desequilibra y aumenta el número total de calorías consumidas y la palatabilidad por el azúcar.
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Los investigadores quisieron llegar más allá y fueron capaces de repetir los mismos experimentos en ratones, obteniendo los mismos resultados. Aquellos ratones que fueron alimentados durante 7 días con una dieta rica en sucralosa aumentaron un 50% su consumo de calorías.
Está claro que no se pueden extrapolar los resultados y decir que en los seres humanos los edulcorantes artificiales provocan las mismas consecuencias, sin embargo, no hay que olvidar que de cada vez son más las evidencias que se recogen sobre los efectos metabólicos perjudiciales de estas sustancias.
Otras investigaciones han sugerido que los edulcorantes sintéticos son capaces de modificar nuestra flora intestinal, con las graves consecuencias que eso puede tener. Otros estudios también han encontrado que sustituir constantemente el azúcar por sucralosa puede alterar la forma en la que metabolizamos el azúcar.
El hecho de que los edulcorantes artificiales nos provoquen más hambre puede alterar nuestra fuerza de voluntad. Por lo que sería interesante valorar si agrava condiciones como la obesidad o la diabetes. Todos estos estudios no tienen el objetivo de incitarnos a comer más azúcar, ya que este también tiene sus efectos perjudiciales, pero quizás sí pretenden hacer hincapié en que estas sustancias no son tan inertes como se creía hasta ahora.
