El cuerpo humano está compuesto por más de 630 músculos que se encargan de que nuestro organismo siga funcionando correctamente. Gracias a ellos podemos vivir, mantener el equilibrio de nuestro esqueleto en posición vertical y realizar movimientos. Aunque muchos lo desconozcan, los diferentes tipos de músculos nos permiten renovar la energía, producir calor y mantener los procesos vitales activos para poder seguir con vida. A continuación, vamos a conocer los distintos tipos de músculos que tenemos en nuestro organismo y descubriremos sus principales funciones y características.
Como hemos dicho antes, el cuerpo humano está regido por más de 630 músculos, sin embargo, no todos ellos son iguales, ni tienen la misma función. De hecho, los músculos del cuerpo humano podrían dividirse en tres grandes grupos: esquelético, liso y cardíaco. Cada tipo de músculo del cuerpo humano tiene una estructura única y un papel específico. El músculo requiere de una notable irrigación sanguínea debido a su alto consumo energético. Eso provoca que los músculos tengan un aspecto rojizo el cuál todos sabemos diferenciar.
El músculo esquelético es el encargado de la movilidad de los huesos y el resto de estructuras óseas. El músculo liso es el que facilita las funciones corporales y forma parte de órganos como el estómago o la vejiga. Por último, tenemos el músculo cardíaco que, como su nombre bien indica, se encarga de contraer el corazón para que éste bombee toda la sangrea través de nuestro cuerpo. Veamos más en profundidad las diferentes características de estos músculos y sus funciones.
Tipos de músculos: principales características y funciones
Músculo Esquelético
Los músculos esqueléticos, también conocidos como músculos estriados, son los más abundantes en el organismo anatómico humano. Prácticamente el 90% de los músculos del cuerpo son del tipo esquelético. Estos tipos de músculos se insertan en los huesos y hacen posible el movimiento mediante acciones de contracción-relajación dando respuesta a los mensajes voluntarios del sistema nervioso.
Las principales funciones del músculo esquelético podrían ser:
- Permitir el movimiento y el desplazamiento
- Generar energía mecánica
- Proteger a los huesos y proporcionar estabilidad a las articulaciones permitiendo mantener la postura
- Aportar calor
Músculo Liso
Los músculos lisos se encuentran en las paredes de los órganos internos de todo el cuerpo. Las contracciones del músculo liso son movimientos plenamente involuntarios provocados por impulsos que genera el sistema nervioso autónomo y que viajan a través del tejido muscular liso. La disposición de las células dentro del tejido muscular del músculo liso, hacen posible la contracción y relajación de éste con una gran elasticidad.
Las funciones del músculo liso son de vital importancia y totalmente involuntarias. El músculo liso en las paredes de órganos como pueden ser la vejiga urinaria y el útero, les permite su contracción y relajación según las necesidades de cada uno. El músculo liso del tubo digestivo (aparato digestivo) facilita las ondas peristálticas que ayudan a que los alimentos circulen por el mismo. En el ojo, por ejemplo, los músculos lisos permiten cambiar la forma del cristalino para enfocar mejor los objetos.
Músculo Cardíaco
La pared del corazón se compone de tres capas diferentes, endocardio, miocardio y pericardio. La capa media recibe el nombre de miocardio y es el responsable de la contracción del corazón y por lo tanto del bombeo de sangre. El músculo cardíaco se contrae dando respuesta a las señales del sistema de conducción cardíaco para permitir el latido del corazón. Aún así, es importante saber que el músculo cardíaco puede funcionar de forma autónoma sin control alguno del sistema nervioso. El músculo cardíaco se compone de células llamadas cardiocitos. Estas células tienen un aspecto estriado, al igual que el músculo esquelético, pero su estructura general es más corta y gruesa.
Muy bien, ahora que ya conocemos los diferentes tipos de músculos clasificados por sus aspectos fisiológicos, vamos a ver las distintas clasificaciones de los músculos según su forma, su movimiento, sus propiedades de contracción y su acción en grupo.
Otras clasificaciones de los músculos
Como os decíamos, la musculatura humana puede diferenciarse en tres grandes tipos desde un punto de vista fisiológico. Sin embargo, existen muchas otras clasificaciones de los músculos:
Según su forma
- Alargados (fusiformes): se caracterizan por ser músculos anchos en el centro y estrechos en sus laterales.
- Unipeniformes: tienen forma de media pluma y salen del lateral de un tendón.
- Bipenniformes: tienen forma de pluma y salen del centro de un tendón.
- Multipenniformes: estos músculos salen de diferentes tendones a la vez y cuentan con una organización compleja.
- Planos: suelen tener forma de abanico, y como su nombre indica, son planos.
- Cortos: independientemente de su forma, estos músculos suelen ser de corta longitud, como pueden ser los músculos faciales y craneales.
- Anchos: cuentan con un diámetro grueso y similar.
- Bíceps: estos músculos tienen un extremo con un tendón que se inserta en el hueso, mientras que en el otro extremo se divide en dos porciones que se insertan al hueso de forma independiente, de ahí su nombre: bi (dos) ceps (cabezas).
- Tríceps: en este caso, los músculos tienen un extremo en el que un tendón se inserta al hueso y en el otro extremo el músculo se divide en tres partes que se insertan al hueso.
- Cuádriceps: la estructura es la misma que los dos anteriores, sin embargo, en este caso son cuatro los tendones que se insertan de forma independiente al hueso desde un extremo.
- Digástricos: constan de dos vientres musculares
- Poligástricos: se refiere a aquellos músculos con varios vientres musculares unidos por un mismo tendón.
Según su movimiento
- Abductores: son aquellos que permiten la abducción o separación del plano de referencia. Por ejemplo, son los que nos permiten abrir las piernas.
- Aductores: al contrario que los anteriores, los aductores juntan el plano de referencia. Por ejemplo, son los que nos permiten cerrar las piernas.
- Flexores: Nos permiten flexionar una articulación. Un buen ejemplo sería que son los que permiten flexionar el brazo.
- Extensores: Los extensores en cambio, hacen todo lo contrario, nos permiten extender el brazo.
- Supinadores: es un movimiento de rotación hacia el exterior. Por ejemplo, cuando rotamos las muñecas hacia fuera.
- Pronadores: los músculos pronadores, sin embargo, se encargan de permitir realizar un movimiento hacia el interior. Por ejemplo, nos permiten rotar las muñecas hacia adentro.
Según su acción en grupo
- Agonistas: se conocen a los músculos agonistas como aquellos que siguen una misma dirección y nos permiten realizar el mismo movimiento.
- Antagonistas: son aquellos que se oponen al movimiento de los agonistas. Cuando un músculo agonista se contrae, el antagonista se relaja y viceversa.
- Sinergistas: son aquellos músculos que ayudan de forma indirecta a realizar un movimiento, por lo que su función es parecida a los agonistas pero en menor instancia.
Según sus propiedades contráctiles
- Músculos con fibras de tipo I (fibras rojas): los músculos con fibras rojas son aquellos que ofrecen una mayor resistencia a la fatiga, pero cuya velocidad es inferior. Suelen utilizar más la energía oxidativa.
- Músculos con fibras de tipo II (fibras blancas): estos músculos en cambio utilizan más la glucosa como motor de energía. Eso es equivalente a que son más rápidos que los anteriores, aunque su nivel de resistencia es muy inferior por lo que son mucho más fatigables.
Así pues, estos son los principales tipos de músculos que tiene todo ser humano. Nos tenemos que quedar con los tres tipos principales: músculo esquelético, listo y cardíaco. Sin embargo, las demás clasificaciones de los músculos nos pueden servir para entender mejor las características de los músculos y sus principales funciones. Esperamos que os haya gustado este artículo y os animamos a que nos planteéis vuestras dudas en los comentarios que encontraréis más abajo.