El Reino Unido está considerando la prohibición de la homeopatía, un tratamiento que puede ser recetado por médicos que trabajan para el Servicio Nacional de Salud (NHS, de sus siglas en inglés). Por el momento, el NHS ha gastado un total de 5,6 millones de euros en recetas homeopáticas y hospitales cada año. Sin embargo, los ministros están dispuestos a prohibir la homeopatía en el país el próximo año.
Eso ha ocurrido después de conocer todo lo que esconde la homeopatía y gracias a una campaña realizada por Good Thinking Society cuyo objetivo era claro y conciso: poner la homeopatía en la lista negra del Reino Unido, una lista negra donde ya podemos encontrar más de 3.000 productos entre los cuáles están los remedios a base de hierbas, vino y cremas solares, entre otros.
La homeopatía podría tener los días contados en Reino Unido
«Teniendo en cuenta los altos recursos gastados por el NHS, cualquier gasto relacionado con la homeopatía es totalmente injustificado. El dinero gastado en estos remedios pueden ser mucho mejor invertidos en tratamientos que ofrezcan beneficios reales a los pacientes«, asegura Simon Singh, fundador de Good Thinking Society.
La homeopatía se basa en el principio de que el agua puede mantener sustancias previamente disueltas. Se trata de una técnica con más de 200 años de antiguedad en la que un ingrediente activo se mezcla con 99 partes de agua y se repite el proceso entre 6 y 30 veces. La dilución durante seis ciclos hace que el ingrediente activo existente en el producto sea de una parte entre un millón, mientras que si se realizan treinta ciclos, pasaría a ser una molécula del principio activo entre 1.000 billones de billones de billones de moléculas de agua. La solución se mezcla a continuación con azúcar y se convierte en píldora.
Con el paso de los años y con la ayuda de diversos estudios realizados, se ha podido demostrar que los efectos positivos de la homeopatía proceden exclusivamente del efecto placebo, una respuesta fisiológica a una sustancia inocua que conduce a una reducción sintomática de una enfermedad o dolencia. El placebo puede ser eficaz para prevenir náuseas y dolores, pero no tienen ningún otro efecto clínicamente probado.
Otro problema con la homeopatía es la falta de información que reciben los pacientes acerca de lo que es y cómo funciona, tanto es así que en 2012, el Comité de Ciencia y Tecnología del Reino Unido cuestionaba la ética de la misma.
«En nuestra opinión, la homeopatía es un tratamiento placebo y el Gobierno debería de tener una política sobre la prescripción de placebos«, aseguró el Comité. «El Gobierno es reacio a abordar la idoneidad y ética de la prescripción de placebos en pacientes, que por lo general se basa en un cierto grado de engaño a los pacientes […] Su efecto es poco fiable e impredecible y no puede formar parte de cualquier tratamiento realizado por el NHS«.
La consulta sobre la prohibición de la homeopatía en el Reino Unido se llevará a cabo en el año 2016, sin embargo, aunque los productos homeopáticos acaben en la lista negra del NHS, todavía estarán disponibles para su compra privada.
