Cualquier duda sobre el origen de las especies es, sin duda, una de las grandes motivaciones para muchos científicos. Y como el mejor amigo del hombre no podía ser menos, también hay científicos investigando de dónde vienen los perros. Ahora un nuevo estudio sugiere que todas las razas de perro modernas podrían descender del lobo alemán.
Ya hace mucho tiempo que sabemos que los humanos comenzaron el proceso de domesticación de los lobos cuando empezaron a seleccionarlos en función de su buen comportamiento (más dócil) y cuando comenzaron a criarlos en cautividad. A partir de aquí, surgieron una gran variedad de razas de perro hasta llegar a las que conocemos hoy en día.
Pero, ¿sabemos dónde comenzó esa domesticación? Ahora un grupo de genetistas de la Universidad de Stony Brook parece tener la respuesta. Ellos recogieron muestras genéticas de dos perros del Neolítico que fueron encontrados en diferentes hallazgos arqueológicos de Alemania. Una de las muestras tenía una antigüedad de 7.000 años y la otra de 4.750 años.
El lobo alemán podría ser uno de los primeros en ser domesticado y por lo tanto el origen de los perros
Al comprobar y comparar las muestras obtenidas con todos los registros del genoma de perros y lobos europeos modernos, se dieron cuenta de que existía una gran similitud entre todas ellas. Algo que sugiere que tanto los perros actuales como los que habitaron la Tierra hace miles de años, tienen un ancestro común, que al menos en Europa, se ha mantenido con el paso de los años.
Fuente: Rachel Omnès/Unsplash
Aunque es difícil saberlo con certeza, pues ha habido varios cruzamientos entre linajes modernos y ancestrales del perro a lo largo de toda la historia que han dificultado el seguimiento de su evolución, muy probablemente los lobos de Europa fueron los primeros en ser criados por el hombre y por lo tanto, serían el origen de los perros.
Lee también: ¿Por qué los perros se huelen el trasero?
Este hallazgo implica que todos los perros modernos actuales, provienen en última instancia, de un origen geográfico común, y muy probablemente ese origen es Alemania, o por lo menos, Europa Central. Aunque aún se necesitan más pruebas genéticas de perros que hubieran habitado Asia, Sudamérica y Oriente Medio para corroborar la hipótesis.
Cabe resaltar que los restos más antiguos que se han hallado y que pueden atruibuirse al perro doméstico (Canis lupis familiaris) se corresponden con fragmentos del hueso de la mandíbula de estos animales. Estos restos fueron hallados en Alemania y datan de hace 14.700 años. Algo que ya deja entrever que dicho territorio fue un centro clave para la domesticación y la cría del lobo, que acabó convirtiéndose en el perro que conocemos actualmente.
Aún queda por resolver cuándo ocurrió dicha domesticación. Según el análisis genético, los perros y los lobos se separaron como linaje hace 20.000 o 40.000 años. Si cogemos como bueno el límite superior, podríamos decir que los humanos domesticaron al lobo justo en el momento en el que se extinguían nuestros primos lejanos los Neanderthales. Aunque esa incógnita permanece, al menos ya sabemos que todas las razas de perro modernas podrían descender del lobo alemán.
