Un antepasado de los cocodrilos actuales, de la especie de los notosuquios, llegó a ser uno de los grandes depredadores del Jurásico y del Cretáceo. Hasta ahora se sabía muy poco sobre el origen y la evolución de estas criaturas, pero gracias al descubrimiento de unos restos fósiles en Madagascar se ha podido esclarecer el linaje de estos arcosaurios.
Un equipo de arqueólogos del Museo de Historia Natural de Milán ha participado en la investigación y han documentado ciertos detalles característicos de los notosuquios. Al parecer, estos animales estuvieron presentes en la Tierra durante más de 42 millones de años y probablemente estuvieron en lo más alto de la cadena trófica.
Según Cristiano Dal Sasso, investigador del estudio: «Razana podría haber competido con los dinosaurios Terópodos por estar en lo más alto de la cadena alimentaria”. El estudio ha sido publicado en la revista «PeerJ» y en él se analizan las particularidades de la especie descubierta: Razanandrongobe sakalavae, también conocida entre los expertos por ‘Razana’.
Destaca la mandíbula gigante y los dientes serrados de Razana
Según afirman los investigadores, esta especie sería uno de los cocodrilos más antiguos que se conocen y seguramente también fueron los más grandes. Entre algunos de los detalles de Razana destacan su mandíbula gigante, cargada de dientes en forma de sierra, que recuerdan a los del Tyrannosaurus rex. Estos dientes les permitían comer alimentos muy duros, como huesos y tendones.
Los análisis filogenéticos, que son aquellos que estudian la relación de parentesco que existe entre diferentes especies, señalan que el animal era un mesoeurococodirlo y lo han clasificado en el grupo de los notosuquios (depredadores de hábitats terrestres) por sus características anatómicas, se diferencian de los cocodrilos actuales por sus potentes extremidades y la forma de su cráneo.
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Al parecer R. sakalavae vivió en la Tierra durante el periodo en el que este grupo de dinosaurios aumentó de forma desorbitada su tamaño corporal. Según afirma Simone Maganuco, autor principal de la investigación, “La posición geográfica de Razana, durante la época en la que Madagascar se separaba de otras masas de tierra, sugiere que se produjo un linaje endémico y que los notosuquios provienen del sur de Gondwana”.