Seguro que si estás leyendo esto, es porque tú también te has preguntado alguna vez si los probióticos aportan algún beneficio para la salud, como tan bien intentan demostrarnos a través de la publicidad. Pues bien, hay un matiz muy importante respecto al beneficio que nos puede aportar el consumo de probióticos y es que depende totalmente de si tenemos alguna enfermedad o si estamos sanos como un roble.
Los probióticos pueden definirse como microorganismos vivos que cuando se administran en cantidades adecuadas pueden producir un beneficio para la salud de forma eficaz y segura. Los probióticos más habituales los consumimos en forma de yogures y son del Género Lactobacillus.
La flora intestinal, también conocida como microbiota intestinal, son aquellos microorganismos que viven en el interior de nuestro intestino y que nos ayudan a realizar la digestión correctamente. Gracias a ellos podemos fermentar la fibra dietética que de otra forma no podríamos digerir, previenen la colonización del intestino por parte de otras bacterias perjudiciales, regulan el sistema inmune intestinal y modulan la liberación de hormonas gastrointestinales. Además, tal y como vimos, avisan al cerebro cuando ya están llenas.
Varios estudios han confirmado el uso de probióticos como agentes terapéuticos
Varios estudios han sugerido que los trastornos digestivos como el cáncer colorrectal o la obesidad son enfermedades que se asocian con cambios en la microbiota intestinal. Incluso la diabetes tipo 2 se ha asociado con la modificación de la flora intestinal. Por ello, en los últimos años se han lanzado tantas campañas de consumo de probióticos y se han asociado con beneficios para la salud por la capacidad que tienen de modificar la microbiota intestinal y de ‘restaurarla’.
Lactobacillus casei. AJ Cann/Flickr
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Entre los beneficios que aporta el consumo de probióticos nos encontramos con la mejora de la barrera intestinal a través de los efectos protectores que tienen sobre el epitelio y la mucosa que lo revisten, la producción de sustancias antimicrobianas, la competencia con las bacterias patógenas y la regulación de la acidez intestinal.
El efecto terapéutico de los probióticos se ha estudiado en una amplia gama de enfermedades, sobre todo en las gastrointestinales y las metabólicas, y los resultados han apoyado el uso de probioticos como agentes terapéuticos. Sin embargo, esto no es así para aquellos individuos sanos, el efecto de los probióticos sobre los individuos libres de enfermedad no se ha evaluado con tanta facilidad.
De hecho, el efecto que tiene el consumo de probióticos sobre los individuos sanos es algo muy difícil de evaluar porque no están establecidos unos rangos que definan lo que se considera una microbiota sana. Pero es que además, unos investigadores han realizado una revisión sistemática en la que se ha comprobado que no existe ninguna evidencia convincente que respalde los efectos beneficiosos de los probióticos sobre la microbiota intestinal de individuos sanos.
Fuente: Pixabay
Los investigadores han querido resaltar que los cambios en la dieta tanto a corto como a largo plazo interfieren en la composición de la microbiota intestinal, por lo que existe una enorme variación individual que dificulta enormemente la interpretación de los resultados y pueden estar enmascarando los efectos del tratamiento probiótico. Lo que sí que tienen claro hasta el momento, es que lo único que existe es una falta de evidencia que respalde el uso de probióticos en personas sanas.
Así que respecto a la pregunta inicial sobre si los probióticos realmente aportan algún beneficio sobre la salud, cada uno debe juzgar su situación, pero si no tenemos ninguna patología, podemos tomarlos tranquilamente que no nos causarán ningún daño, pero tampoco podremos afirmar que nos aportan algún beneficio.
