Científicos creen haber encontrado la extraña razón por la cual dormimos menos a medida que envejecemos. No sólo eso, sino que también podrían tener una buena explicación sobre por qué algunas personas no son capaces de dormir hasta tarde y sin embargo, otras no pueden levantarse de la cama.
El hecho de que algunas personas se levanten de la cama cuando otros se acuestan podría ser un vestigio de cuando nuestros antepasados dormían en el monte, expuestos a cualquier peligro o depredador.
Según un reciente estudio, publicado en la revista científica «Proceedings of the Royals Society B«, esta variación en los patrones del sueño asegura que siempre haya al menos una persona despierta en el grupo cuando los otros son más vulnerables, es decir, mientras los otros duermen.
Las variaciones en los patrones de sueño podrían ser un método de protección del grupo
Esta teoría se conoce como la ‘Hipótesis Centinela‘ y explica por qué muchos animales sociales, como por ejemplo los suricatos, siempre tengan algún ejemplar en busca de posibles depredadores, mientras el grupo descansa.
Normalmente, cualquier experimento que implique la valoración de los patrones de sueño humano se realiza en un laboratorio, bajo condiciones estrictamente controladas. En este caso, los investigadores de la Universidad de Toronto han llevado su equipo al campo y han monitorizado los patrones de sueño de un pueblo de Tanzania, Hadza, donde todavía se conserva el estilo de vida de cazadores-recolectores que muy probablemente llevaban nuestros antepasados.
Tras analizar sus patrones de sueño durante 20 días y 20 noches, los investigadores determinaron que durante un período de más de 200 horas, todos los miembros de la tribu, sólo estuvieron dormidos al mismo tiempo durante 18 minutos. La media apuntaba a que 8 individuos estaban despiertos y alertas en cualquier momento, representando al 40% de las personas del grupo.
Los científicos también encontraron que había una clara diferencia entre los patrones de sueño de los jóvenes y los ancianos del pueblo de Hadza. Al parecer los más jóvenes eran los más noctámbulos y los ancianos madrugaban y estaban más activos por las mañanas.
Según cuenta David Samson, coautor de la investigación, en un comunicado: «Una de las teorías que podría explicar por qué los abuelos viven tanto tiempo después de sus años reproductivos es que desempeñan un papel muy importante cuidando de sus nietos«.
«Nuestra hipótesis es que su comportamiento de alondra, con cortos periodos de sueño, cumplen una función muy concreta: los ancianos sirven como centinelas durante las horas del día en que los demás duermen. Por lo tanto, es muy importante tener personas de todas las edades en cualquier población«.
Ahora ya sabemos algo más sobre por qué dormimos menos a medida que envejecemos. Además, quizás alguno ya tenga excusa para cuando su madre le regañe porque se acuesta tarde por las noches y se levanta más tarde aún por las mañanas, simplemente hay que decir que les estamos protegiendo de los leones que pueden atacarnos durante la noche, igual que hacían nuestros antepasados.