Restaurar el movimiento perdido en extremidades es algo por lo que científicos de todo el mundo están luchando a diario. Ahora parece que estamos un poco más cerca de conseguirlo, pues nuevo estudio publicado en la revista científica «Nature» describe un implante cerebral que se inserta quirúrgicamente en el cerebro de los pacientes y que podría suponer una revolución para el tratamiento de las parálisis.
Este notable avance que viene de la mano de la Universidad Estatal de Ohio ha permitido que un joven que se quedó tetrapléjico en un accidente de buceo, haya sido capaz de coger objetos con la mano e incluso ha podido jugar a un videojuego.
Esta nueva técnica se basa en un nuevo dispositivo que recibe el nombre de ‘NeuroLife‘, es una matriz de electrodos que se implanta en el cerebro y está diseñados para envíar señales hacia las extremidades. Aunque también hay que decir que la restauración del movimiento no es tan fácil. La traducción de señales eléctricas del cerebro en acciones es algo realmente complicado.
El implante cerebral es un trabajo que ha costado más de una década
Los investigadores tuvieron que grabar las señales neuronales generadas por una persona en la corteza motor, el área del cerebro que se encarga del movimiento y posteriormente tuvieron que ir descifrando poco a poco qué señales se corresponden con cada tipo de movimiento.
A pesar de las dificultades, tras el implante del dispositivo, el paciente pudo abrir y cerrar su mano sólo pensando en ello de inmediato, ahora tras meses de sesiones de entrenamiento el paciente puede usar su mano y sus dedos para realizar tareas complejas, como coger los cubiertos, o jugar a videojuegos.
Los investigadores creen que restaurar la movilidad de la mano de este paciente es sólo la punta del iceberg que se esconde tras esta revolucionaria tecnología de implantes cerebrales.