Un estudio reciente ha realizado una comparación sistemática entre las dietas para perder peso a largo plazo, la comparación ha sido entre aquellas que son bajas en grasa y aquellas ricas en grasas. El resultado ha sido realmente sorprendente y posiblemente jamás lo habrías imaginado. La eficacia de la dieta baja en grasa para perder peso ha sido debatida durante décadas y se han realizado cientos de estudios para evaluar su eficacia, sin embargo, los resultados han sido mixtos, aunque menos mal que pronto quizás podamos contar con la ayuda de una planta para adelgazar.
Varios investigadores del Hospital de Mujeres de Brigham (BWH, por sus siglas en inglés) en colaboración con la Escuela Pública de la Salud de Harvard (HSPH, por sus siglas en inglés) han llevado a cabo una revisión exhaustiva de los datos procedentes de anteriores estudios realizados y han encontrado que las dietas con bajo contenido graso no son más efectivas que las dietas con un contenido de grasa superior para conseguir perder peso a largo plazo (a partir de 1 año).
Las dietas bajas en grasa no son mejores ni más efectivas
«A pesar de la falsa creencia que existe en la actualidad que reducir la grasa de nuestra dieta nos ayuda a bajar de peso, la evidencia científica nos dice que eso no es exactamente así y que esta intervención no es más efectiva que el resto de las dietas ricas en grasa«, asegura Deirdre Tobías de la División de Medicina Preventiva en el BWH. El mismo ha asegurado que «tenemos que mirar más allá de las proporciones de calorías de grasa, carbohidratos y proteínas para discutir sobre los patrones saludables de una buena alimentación» por lo que propone buscar nuevas formas de mejorar la adherencia de la dieta a largo plazo y prevenir el aumento de peso de forma natural y constante.
En total, se revisaron más de 53 estudios con un total de 68.128 participantes que fueron divididos en dos grupos diferentes, uno de ellos seguía una dieta baja en grasa mientras que el otro grupo restante seguía otra dieta alternativa. Para evitar desviaciones en los resultados finales, los investigadores excluyeron aquellos ensayos donde se tomaron algún tipo de suplementos alimenticios o batidos para reemplazar las comidas.
Las conclusiones fueron más que evidentes: los participantes del estudio, de todos los grupos, consiguieron reducir su peso en una media de tan sólo 3 kilos en un periodo de un año o más. Comparado con las dietas bajas en grasa, los participantes que llevaron una dieta baja en carbohidratos perdieron aproximadamente 1 kilo más. Las dietas bajas en grasa obtuvieron mejores resultados sólo en comparación con las «dietas habituales» que llevaron aquellas personas que no cambiaron sus hábitos alimenticios.
Así pues, parece claro que llevar una estrategia para perder peso a base de dietas bajas en grasa no es una de las mejores opciones que podamos tomar si queremos mantener nuestro peso ideal a largo plazo. Lo que nos propone Frank Hu, profesor de nutrición en HSPH, es que «La clave es mejorar nuestra salud cardiometabólica a largo plazo. Por ello, las dietas para perder peso deberían adaptarse a las preferencias culturales y alimenticias, asi como a las condiciones de salud de cada persona. Siempre deben considerarse las consecuencias a largo plazo que podrían tener las dietas sobre nuestro organismo«.