¿Sabes que dentro de nuestro ADN tenemos ADN de virus antiguos? Aproximadamente un 8% de nuestra información genética corresponde realmente a fragmentos virales. La función de estos fragmentos sigue sin conocerse y los científicos parece que no se ponen de acuerdo.
Ahora un nuevo estudio publicado en la revista científica «Nature» revela que el sexo de un feto en desarrollo puede determinarse por alguno de estos fragmentos virales. Esto no sólo ocurriría en los seres humanos, sino en la mayoría de mamíferos.
Los cromosomas, esas estructuras que almacenan de forma compacta nuestros genes y que se encuentran en el núcleo de la célula. Los óvulos y los espermatozoides son nuestras células sexuales, mientras que los óvulos siempre tienen un cromosoma X, los espermatozoides pueden tener o un cromosoma X o uno Y.
El sexo de un bebé se determina por el tipo de espermatozoide que fecunda al óvulo
El sexo de nuestra descendencia se determina según qué espermatozoide fecunde al óvulo. Si un espermatozoide con el cromosoma X, fecunda a un óvulo (cromosoma X), el bebé tendrá la combinación XX, y por lo tanto, será una niña. Sin embargo, si un espermatozoide Y fecunda a un óvulo (X) la combinación será XY y por lo tanto, el bebé será un niño.
Al menos esto era lo que se pensaba que ocurría hasta ahora, ya que el nuevo estudio sugiere que la información viral que tenemos en nuestro ADN puede intervenir sobre el cromosoma X durante la fertilización del óvulo. Los investigadores observaron que las células madre embrionarias de ratones, que son un tipo de célula madre muy primitiva que es capaz de convertirse en cualquier tipo de célula especializada, tenían muchos fragmentos virales en su cromosoma X.
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Para valorar que tipo de interferencia realizaba sobre la determinación del sexo probaron a silenciar esos fragmentos virales y comprobaron que el cromosoma X se bloqueaba cuando se silenciaban los fragmentos virales, y que por lo tanto, la combinación XY durante la fertilización ocurría con el doble de probabilidad, y nacieron un mayor número de machos.
Se estima que el ADN viral que tenemos en nuestra información genética se instauró en los mamíferos hace alrededor de 1,5 millones de años, lo cual es relativamente frecuente en términos evolutivos, teniendo en cuenta que los virus podrían tener miles de millones de años de antigüedad.
Es muy probable que la determinación de sexo en los mamíferos dependa de los virus
Todavía no está claro si este mecanismo de determinación del sexo dependiente de los virus afecta a los seres humanos y a otros mamíferos, o si sólo afecta a los ratones, pero los investigadores creen que el hecho de que existan fragmentos virales en el ADN del ser humano hace que sea más que probable esta forma de determinar el sexo de los futuros bebés.
El siguiente objetivo será responder por qué depende de un virus la proporción de sexos en los mamíferos, por lo que habrá que esperar a nuevos descubrimientos.