Gracias a los smartphones, ahora es posible conocer los patrones de sueño de todo el mundo y se ha podido analizar los papeles que juegan la sociedad y la biología en la fijación de los horarios de sueño. Algunas de las conclusiones extraídas son, cuanto menos, curiosas.
Para el estudio, que ha sido realizado por investigadores de la Universidad de Michigan, se han utilizado los datos de una aplicación móvil que recoge los datos del sueño de miles de personas de 100 naciones diferentes. Se examinó como la edad, el género, la cantidad de luz y el lugar en el que está ubicado la casa afecta en la forma en la que nos acostamos y nos levantamos.
Uno de sus hallazgos ha sido que las presiones culturales son capaces de anular los ritmos circadianos naturales. Las responsabilidades matutinas, como el trabajo, la escuela o los niños tienen un papel importante en los horarios de sueño, pero no son lo único.
Los ritmos circadianos regulan biológicamente nuestros horarios de sueño
Los ritmos circadianos, también conocidos como relojes internos o biológicos, son aquellas fluctuaciones de las funciones corporales y de nuestros comportamientos que están vinculados a las horas del día, sobre todo a los ciclos de luz y de oscuridad, y que por lo tanto tienen mucho que ver con el sueño.
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Estos ritmos están controlados por un grupo de neuronas que se sitúan detrás de los ojos y que regulan nuestras funciones corporales en función de la cantidad de luz que reciben y especialmente en función de la luz del sol que nuestros ojos captan. Hasta ahora, se ha sabido que estos ritmos circadianos controlan nuestros horarios de sueño. Pero esta nueva investigación hace hincapié en el papel que desempeña la sociedad en las horas de sueño.
Una mitad del cerebro hace guardia cuando dormimos en cama ajena
Entre los promedios nacionales de duración del sueño se encuentra el mínimo, en Japón o Singapur, donde los habitantes duermen alrededor de 7 horas y 24 minutos, y el máximo en los Países Bajos, que duermen 8 horas y 12 minutos. Aunque no hay más que media hora de diferencia, eso puede suponer una gran diferencia en términos de función cognitiva y de salud a largo plazo.
La falta de sueño tiene consecuencias horribles, aumenta el riesgo de obesidad, diabetes, de tener la presión arterial alta, de padecer enfermedades del corazón, un derrame cerebral o estrés.
¿Qué hay que destacar de cómo duerme la sociedad actual?
Entre los hallazgos del estudio se encuentran:
- Los hombres de mediana edad son los que menos duermen, a menudo menos de las 7 u 8 horas recomendables
- Las mujeres duermen un promedio de media hora más que los hombres
- Los hombres se acuestan por lo general más tarde y se levantan también más tarde
- Las personas que pasan cierto tiempo al aire libre tienden a dormirse más temprano y a dormir más que los pasan la mayor parte del tiempo en interiores
- Los hábitos de sueño convergen a medida que envejecemos, ya que los hábitos de sueño eran más similares entre las personas mayores de 55 que en los menos de 30 años
El sueño es mucho más importante de lo que la gente piensa, según afirman los investigadores. Ellos han descubierto que la falta de sueño puede ser algo así como ir borracho y que a menudo la gente cree que al no dormir es mucho más eficiente porque tiene muchas más horas para dedicar a su trabajo, o a la tarea que esté realizando, cuando eso es totalmente erróneo, el rendimiento disminuye considerablemente, pero la percepción del rendimiento no.
Los investigadores señalan que el estudio, a pesar de las conclusiones obtenidas, ha permitido demostrar que la tecnología móvil puede ser una herramienta fiable para reunir datos masivos de este tipo y a un coste muy bajo.
¿Y tú qué opinas? ¿le das la importancia suficiente a dormir? o ¿eres de los que la rutina no les permite descansar?
