Científicos logran crear células que localizan y reducen tumores a partir de células de la piel. Aunque esta estrategia aún no se ha probado completamente en humanos, en ratones han conseguido que estas células de la piel reprogramadas acaben con tumores cerebrales agresivos como el glioblastoma.
Los tumores como el glioblastoma no pueden ser eliminados mediante una cirugía por la forma en la que se diseminan en el cerebro. Pues extienden raíces de células cancerosas a través del cerebro. Gracias a este nuevo método han conseguido reducir los tumores cerebrales a un 2 o un 5% de su tamaño original.
Este método podría convertirse en una manera rápida de obtener un tratamiento personalizado para aquellas personas que sufren este tipo de tumores cerebrales que pueden matar a una persona en tan sólo un año. Con esta técnica, se consiguen células que localizan tumores en 4 días.
Estas células madre localizan tumores
Tanto los glioblastomas como otro tipo de tumores, exudan señales químicas que pueden atraer a células madre especializadas que pueden producir todo tipo de células del cuerpo. De alguna forma estas células madre detectan un tumor como si fuera una herida que necesita curación y migran hacia la zona para solucionar los daños.
Pero esta estrategia les ha dado a los científicos una clave para llegar hasta la raíz del tumor. Si ellos logran manipular y hacerse cargo de esa capacidad innata y natural de las células madre de llegar hacia esas células tumorales pueden hacer que estas células liberen ciertos fármacos antitumorales en aquellas zonas dónde más se necesitan.
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Ya existen otras investigaciones que están explorando la capacidad de estas células madre cerebrales para cazar tumores y liberar sustancias antitumorales. Sin embargo, en humanos todavía sigue siendo un campo poco explorado. En parte ello es debido a que conseguir este tipo de células es algo complicado.
Actualmente existen tres formas principales de obtener este tipo de células madre: pueden obtenerlas directamente del paciente, pueden obtenerlas de otro paciente o también pueden reprogramar células adultas para que se conviertan en estas células madre.
El problema es que se requiere una cirugía invasiva para obtener estas células directamente del paciente, por otra parte, obtener las células de otra persona puede generar una respuesta inmune contra esas células extrañas una vez inyectadas en el paciente.
Los investigadores han conseguido transformar células de la piel en células madre neurales
Para intentar evitar estos problemas, los investigadores modificaron ligeramente el protocolo a seguir para reprogramar genéticamente células adultas en células madre neurales. Originalmente, este proceso tiene dos fases: la primera, convertir una célula adulta y especializada, en una célula madre capaz de diferenciarse en cualquier otra célula del cuerpo y la segunda, convertir esa célula madre en una célula madre neural.
Lo que hicieron los investigadores fue usar un cóctel de sustancias químicas que promueven el desarrollo de características típicas de las células madre neurales como tratamiento sobre las células de la piel adultas. Al cabo de cuatro días obtuvieron células madre neurales, según informan en su estudio publicado en la revista «Science Translational Medicine«.
El siguiente paso era observar si estas nuevas células madre neurales producidas a partir de células de la piel adultas eran capaces de encontrar tumores y reducirlos. Para ello, inyectaron directamente estas células en tumores cerebrales de ratones. La sorpresa fue tal, que en 24 días los investigadores observaron como los tumores habían reducido hasta 50 veces su tamaño, respecto a los que no habían sido tratados con las células madre. Además, los tiempos de supervivencia de los ratones también se duplicaron.
Actualmente, los investigadores se encuentran analizando células de la piel de pacientes con glioblastomas para demostrar que efectivamente sus células madre neurales reprogramadas funcionan en aquellos pacientes a los que pretenden ayudar. Además, están probando que sus células localizadoras de tumores funcionan en modelos animales más grandes que el ratón. Puesto que estas células deben migrar distancias mucho más grandes en los cerebros humanos.