Una de las principales limitaciones actuales que existe para los coches eléctricos suele ser el tema de cargar la batería. Tanto la duración como el tema de la carga de la batería podrían ser problemas del pasado gracias a uno de los últimos avances de la física.
Un nuevo artículo publicado en la revista científica «Nature» que ha sido realizado por investigadores de la Universidad de Stanford explica cómo han encontrado la manera de transmitir cargas eléctricas de forma inalámbrica a un objeto en movimiento.
Según explica Shanhui Fan, el autor principal del estudio: «Todavía tenemos que aumentar significativamente la cantidad de electricidad que se tiene que transmitir para cargar un coche eléctrico. Nuestra investigación no sólo servirá para cargar coches eléctricos de forma inalámbrica sino también para desanudar la robótica en la industria manufacturera«.
El objetivo es conseguir un sistema de carga inalámbrico durante la marcha
Actualmente, los investigadores han conseguido transmitir 1 milivatio de carga, lo cual es insignificante si lo comparamos con lo que necesita un coche eléctrico para funcionar, aproximadamente 10 millones de milivatios. Sin embargo, lo que han conseguido ya es prometedor.
En teoría quieren llegar a conseguir un sistema de carga que pueda llevarse a cabo mientras se conduce (charge-as-you-drive mode) para no tener que parar nunca para recargar la batería. Actualmente, se requieren varias horas para recargar las baterías de un coche eléctrico.
El Coche del Futuro Podría No Parecerse en Nada al Coche Actual
Ya se había desarrollado un prototipo de carga inalámbrica anteriormente y se basaba en resonancias magnéticas, es decir, la carga eléctrica se transmitía utilizando un campo magnético oscilante. Sin embargo, esta configuración requería que los circuitos de carga estuvieran alineados y dicha alineación requería un ajuste manual cada vez que se movía el circuito.
Plantear un sistema de carga inalámbrica en el que el usuario tiene que poner a punto el sistema cada vez era algo inviable, pero los investigadores de Stanford han logrado ajustar el sistema de tal forma que se ajusta el circuito automáticamente sin ninguna intervención humana. Para ello han añadido un amplificador de voltaje y una resistencia de realimentación.
«Con el amplificador se consigue que la energía se transfiera de manera muy eficiente a pesar de la orientación cambiante de la bobina de recepción. Esto elimina la necesidad de un ajuste automático y continuo de cualquiera de los aspectos del circuito«, añadió Fan.
La clave para conseguir una potencia mayor también se encuentra en el amplificador. Los investigadores han utilizado una pieza con una eficiencia del 10%, con un amplificador hecho a medida podrían conseguir un 90% de eficiencia.
Según afirma Fan: «Podemos replantearnos la forma en la que proporcionamos electricidad, ya no sólo para nuestros coches, sino para cualquier otro dispositivo más pequeño. Cualquier aparato eléctrico puede beneficiarse de la carga dinámica o inalámbrica, y eso es lo que tiene un potencial muy importante«.