Despertarse una mañana tras una larga e intensa noche de fiesta y preguntarse, ¿qué pasó anoche? Es algo que le ha ocurrido a la mayoría de la gente al menos una vez en la vida. No tener muy claro que ocurrió la noche anterior es una cosa muy común entre los consumidores de alcohol.
Si no lo has experimentado, al menos seguro que has oído hablar de la amnesia alcohólica o de las lagunas mentales debidas al alcohol. En realidad, existen dos tipos de lagunas mentales, las que se denominan ‘fragmentadas’ que son aquellas en las que no recordamos breves periodos de tiempo y las lagunas ‘en bloque’ en las que no se recuerda la mayor parte de la noche.
Aunque se distinga entre estos dos tipos de amnesias debidas al alcohol, en realidad están causadas por lo mismo. El hecho de olvidarse de lo que hicimos la noche anterior se debe a una interrupción química de las señales del cerebro. En concreto se interrumpen los circuitos neuronales del hipocampo, una región del cerebro especializada en la memoria.
El alcohol en exceso impide la formación de nuevos recuerdos
El alcohol altera las señales que se transmiten entre las neuronas del hipocampo e impide que se comuniquen adecuadamente. De esta manera, el cerebro pierde temporalmente la capacidad de crear nuevos recuerdos.
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Normalmente, estas pérdidas de memoria se producen porque los niveles de alcohol en sangre se elevan en un corto período de tiempo. Un estudio ha confirmado que se producen cuando las tasas de alcohol en sangre alcanzan niveles superiores al 0.15%.
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Para evitar estas pérdidas de memoria, una de las medidas que pueden tomarse es beber alcohol siempre con el estómago lleno. En este sentido, las mujeres tienen ciertos inconvenientes, pues suelen tener menos cantidad de una enzima necesaria para metabolizar el alcohol y disminuir sus efectos. Esta enzima se denomina alcohol deshidrogenasa y las mujeres suelen tener una concentración más baja en el estómago. Este hecho hace que los niveles de alcohol en sangre aumenten mucho más rápido en las mujeres que en los hombres.
Las pérdidas de memoria debidas al alcohol afectan a cualquier consumidor
Algunas investigaciones sugieren que una vez que se ha experimentado una pérdida de memoria de este tipo, el individuo suele ser más propenso a volver a padecerla. Sin embargo, los expertos siempre recomiendan un consumo moderado de alcohol y a ser posible, para disminuir las lagunas mentales, se recomienda beber lentamente.
Lo curioso es que estas pérdidas de memoria no sólo ocurren en aquellas personas adictas al alcohol, si no que también ocurren en bebedores sociales e incluso en personas que prácticamente no beben nunca. Aunque no pasa nada por experimentar lagunas mentales alguna vez, debemos caer en la cuenta de que alterar nuestra función cerebral básica muy a menudo puede tener consecuencias desagradables para nuestra salud a largo plazo.
