Autor original: Kostadin Kushlev, Universidad de Virginia. ¿Cuándo fue la última vez que abriste tu ordenador portátil en medio de una conversación o te llevaste tu ordenador de sobremesa a la mesa para cenar? Suena ridículo ¿no? Pero si tú eres como la mayoría de personas, lo habrás hecho algo así con tu smartphone.
No hace ni una década desde que salió a la venta el primer iPhone, y la mayoría de las personas cogen su teléfono móvil a primera hora de la mañana antes de prepararse un café, limpiarse los dientes o saludar a su pareja que duerme a su lado. Estamos todo el día, con el smartphone en el bolsillo, podemos revisar nuestro correo electrónico a la vez que pasamos tiempo con nuestros hijos y podemos escribirle a un amigo un mensaje mientras estamos en el trabajo. Y con independencia de lo que estemos haciendo, nos bombardean constantemente con nuevas notificaciones de mensajes, mensajes de las redes sociales, noticias de última hora, actualizaciones de aplicaciones, etc.
Todo parece indicar que esta capacidad de penetración en nuestras vidas que tienen los smartphones nos está volviendo cada vez más distraídos e hiperactivos. Estos presuntos síntomas de estimulación digital constante también ocurren en un trastorno neurológico bastante conocido: el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, o TDAH. ¿Podrían las notificaciones y los constantes sonidos de nuestros smartphones hacernos padecer incluso para aquellos que no tenemos TDAH algunos de sus síntomas? Para averiguarlo, el autor realizó un experimento.
Estudiando la interrupción digital
Reclutaron 221 participantes pertenecientes a la generación del milenio, que también eran estudiantes de la Universidad de Columbria Británica, para participar en un estudio que duraría dos semanas. Los participantes fueron reclutados aleatoriamente de todos los estudiantes de la universidad y no de un grupo de estudiantes diagnosticados con TDAH.
Durante la primera semana, se solicitó a la mitad de los participantes que minimizaran sus interacciones con el teléfono móvil mediante la activación del modo ‘no molestar’ y que tuvieran sus teléfonos escondidos y lejos de su alcance. Al resto de participantes se les pidió que mantuvieran sus alertas teléfonicas y el móvil tan a mano como siempre.
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En la segunda semana, se revirtieron las situaciones: se pidió a los participantes que habían ‘desconectado’ de sus teléfonos que los volvieran a configurar como siempre y viceversa. El diseño del estudio aseguró que todas las variables se mantuvieron constantes, a excepción de la frecuencia con la que las personas recibían notificaciones. Se confirmó que la gente se sintió más interrumpida por sus smartphones cuando tuvo sus alertas activadas que cuando las tuvo desconectadas.
Midiendo la falta de atención y la hiperactividad
Se midió la falta de atención y la hiperactividad solicitando a los participantes que identificaran la frecuencia con la que habían experimentado 18 síntomas de TDAH durante cada una de las dos semanas. Estos criterios se basan en los establecidos para el diagnóstico de TDAH en adultos según lo especificado por el Manual de Diagnóstico y Estadístico de la Asociación Psiquiátrica Americana.
Las preguntas relativas a la falta de atención cubrían una amplia gama de problemas potenciales, tales como cometer errores por descuido, olvidar pagar una cuenta, tener dificultad para mantener la atención o escuchar a los demás. Las preguntas relativas a la hiperactividad fueron también muy amplias, tales como: evaluar las cosas con inquietud, tener sensación de inquietud, hablar en exceso e interrumpir a los demás.
Los resultados fueron claros: las interrupciones telefónicas frecuentes vuelven a las personas menos atentas y más hiperactivas.
Debido a que el TDAH es un trastorno del neurodesarrollo con unas causas neurológicas y de desarrollo complejas, estos hallazgos no sugieren que los smartphones puedan causar TDAH. Ni nuestra investigación demuestra que reduciendo las interrupciones telefónicas podamos tratar el TDAH. Pero los resultados sí que tienen grandes implicaciones para todos aquellos que estamos siendo constantemente interrumpidos por nuestro móvil.
La ubicuidad de los smartphones plantea riesgos
Estos resultados deben preocuparnos. Los teléfonos inteligentes son el aparato que más rápido se ha vendido en la historia, en los 22 segundos que nos ha llevado escribir esta frase, se han vendido más de 1.000 smartphones. Incluso si uno de esos 1.000 usuarios se vuelve más propenso a cometer errores por descuido, a ignorar a sus amigos en medio de una conversación o a distraerse durante una reunión, los smartphones podrían estar afectando a la productividad, a las relaciones y al bienestar de millones de personas.
Igual que con otros trastornos, los síntomas de TDAH forman un continuo desde lo ‘normal’ a lo patológico. Los hallazgos de este experimento sugieren que nuestra incesante estimulación digital está contribuyendo a aumentar el déficit de atención cada vez más problemático en la sociedad moderna. Así que considera silenciar tu móvil, incluso cuando no estés en el teatro o en el cine. Tu cerebro te lo agradecerá.
El artículo ‘¿Causan los smartphones síntomas de TDAH?‘ ha sido traducido por Ciencia Today, el autor original es Kostadin Kushlev, Universidad de Virginia. Este artículo ha sido publicado originalmente en “The Conversation“. Aquí puedes leer el artículo original en inglés.