¿Sabías que la Luna afecta a la lluvia?
Científicos de la «New University«, en Washington han descubierto que la Luna influye en las lluvias que se producen en la Tierra. Cuando la Luna se encuentra muy alta en el cielo, su gravedad es capaz de crear como una especie de abultamientos en nuestra atmósfera que modifican la cantidad de precipitaciones que caen sobre nuestro planeta.
Los resultados se publicaron en la revista científica «Geophysical Research Letters» y son los primeros que demuestran la influencia de la Luna sobre las precipitaciones de la Tierra y afirman que estos efectos son totalmente medibles.
El descubrimiento, como muchos otros en la historia de la ciencia, ha venido un poco por casualidad. Tsubasa Kohyama, del departamento de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Washington, se encontraba estudiando las ondas atmosféricas cuando percibió cierta oscilación en la presión del aire y se decidió a estudiar ese fenómeno en profundidad.
La gravedad de la Luna modifica la atmósfera de la Tierra y se modifican las lluvias
Ya en 1847 se supo que las fases lunares provocan cambios en la presión del aire y en la temperatura, pero ahora se ha demostrado que la fuerza gravitatoria de la Luna es capaz de modificar el patrón de precipitaciones en la Tierra. Lo que ocurre es que cuando la Luna esta alta, su gravedad es capaz de modificar ligeramente la atmósfera de la Tierra, provocando que se extienda hacia ella, y se crea como un abultamiento.
Ese abultamiento hace que la presión o el peso de la atmósfera en esa zona del abultamiento aumente, y esas altas presiones provocan un aumento de la temperatura de las columnas de aire que se encuentran debajo del abultamiento. Esto hace que llueva menos, porque disminuye la humedad relativa.
Sus estudios han demostrado que cuando la Luna se encuentra más alta las precipitaciones son menores. Sin embargo, resaltan que las variaciones, aunque sean medibles, son muy pequeñas, por lo que no afecta de ninguna manera al medio ambiente o a la meteorología en general.
«Nadie debería dejar de llevar el paraguas sólo porque la Luna está en fase creciente», dijo Kohyama. Pero para la investigación sobre los modelos climáticos si que es un fenómeno muy importante. Además, se plantean descubrir si las lluvias más fuertes como las torrenciales también son susceptibles a la gravedad de la Luna o si también existe alguna especie de relación entre las tormentas y las fases lunares.