Bacterias bioluminiscentes podrían ser las farolas del futuro
Una revolucionaria empresa francesa, utiliza bacterias bioluminiscentes para iluminar diferentes escenarios. La empresa recibe el nombre de Glowee y utiliza bacterias procedentes del calamar para iluminar fachadas, espacios públicos y diferentes instalaciones, con el objetivo de conseguir iluminar calles enteras con estas lámparas bacterianas respetuosas con el medio ambiente.
Estas lámparas microbianas consisten en recipientes en cuyo interior se encuentra un gel que contiene suspendidas las bacterias bioluminiscentes, además del soporte vital que ellas necesitan para sobrevivir, que básicamente consiste en oxígeno y diferentes azúcares. Además, las bacterias utilizadas no son tóxicas ni patógenas.
La idea surgió después de que se aprobara una ley en 2013 que prohibía a las oficinas y los comercios minoristas que mantuvieran sus escaparates iluminados durante las primeras horas de la mañana para disminuir la contaminación lumínica y el consumo energético. Debido a que esta nueva tecnología bacteriana no consume electricidad y emite una luz muy suave, puede utilizarse sin infringir la ley.
Las bacterias bioluminiscentes no son tóxicas ni patógenas
Los beneficios de está nueva tecnología son muy amplios: no utiliza electricidad en ningún momento, las emisiones de dióxido de carbono son considerablemente menores que las de cualquier otro medio de iluminación convencional, se obtiene luz sin cables ni conexiones de por medio, es 100% customizable en cuanto a formas y extensiones, y además, al ser una luz menos intensa se disminuye el efecto de la contaminación lumínica.
Pero por desgracia, como en todo, también cuenta con algunos inconvenientes: el diseño actual sólo permite producir luz durante tres días y aunque el equipo está trabajando en ello, los más escépticos cuestionan si compensará económicamente toda la producción y estará a la altura de otras tecnologías de la luz en cuanto a eficiencia.
Aunque costará mucho tiempo conseguir que ciudades enteras sustituyan su iluminación eléctrica por la innovadora propuesta de las lámparas bacterianas, es una idea muy prometedora que seguiremos de cerca.