Aunque de momento sólo se ha demostrado en roedores, unos investigadores han sido capaces de determinar mediante un análisis de orina si los ratones estaban o no enfermos de Alzheimer. Actualmente el diagnóstico de esta enfermedad se produce cuando los síntomas mentales empiezan a notarse, momento en el que es demasiado tarde para plantearse algún tipo de tratamiento puesto que el cerebro ya ha sido muy dañado.
Para intentar solventar este problema, los científicos han estado buscando alguna forma de detectar la enfermedad de Alzheimer de forma precoz. De esta forma, se podría plantear a los pacientes algún tipo de tratamiento que pudiera retrasar o incluso llegar a detener la progresión.
Las sustancias químicas presentes en la orina se utilizan para diagnosticar enfermedades
La detección de otras enfermedades mediante un análisis de orina es algo que se lleva realizando desde hace muchos años, lo que se busca en estos análisis es la presencia de diferentes sustancias químicas que normalmente no deberían estar presentes y éstas se utilizan como indicadores de ciertas enfermedades.
Tiras de pH para test de orina. Fuente: Flickr/Iqbal Osman
En los experimentos que se han realizado en ratones que tienen la enfermedad de Alzheimer se buscaba si estos animales tenían cambios apreciables en los niveles de sustancias químicas presentes en la orina. Lo que vieron fue que aquellos ratones que tenían la enfermedad presentaban unas «firmas» únicas de olor, pero curiosamente, no es que aparecieran compuestos químicos nuevos que no estaban presentes en los ratones sanos, si no que lo que cambiaba eran los niveles de las diferentes sustancias químicas.
Según los investigadores, estos cambios podrían indicar algún tipo de anomalía metabólica de los ratones. Tal vez lo más importante del estudio radica en que estas «firmas» únicas aparecieron antes de que los animales tuvieran niveles detectables de acumulación de placas β-amiloides en el cerebro, lo que indicaría que los cambios en la composición química de la orina es el resultado de la mutación de algún gen en concreto y no se debe al efecto de la progresión de la enfermedad.
Esto plantea la posibilidad de que en los humanos también puedan existir algunos biomarcadores similares que puedan servir como indicadores tempranos de la enfermedad, aunque obviamente se necesitan muchos más estudios ya que el metabolismo de los ratones difiere en gran medida del de un humano.
