A estas alturas, seguro que muchos de vosotros ya habéis oído hablar del virus de Zika, pues ayer mismo la OMS convocó una reunión de su Comité de Emergencia ante la creciente propagación del virus de Zika, que se asocia con un aumento de los trastornos neurológicos y del nacimiento de bebés con malformaciones congénitas.
El virus se describió por primera vez en el año 1947 en macacos de la India y se identificó en el ser humano en el año 1952 en Uganda y en Tanzania. A partir de ahí, se han ido identificando brotes de enfermedad por este virus en diferentes regiones de África, las Américas, Asia y el Pacífico. Finalmente, en mayo de 2015, Brasil notificó su primer caso de enfermedad por el virus de Zika y desde entonces la enfermedad se ha propagado a otros 22 países.
El virus de Zika se transmite a través de la picadura de mosquitos del género Aedes
Aún no se ha establecido una relación directa entre el virus y las malformaciones congénitas y los trastornos neurológicos. Sin embargo, desde la llegada del virus a estos países, se ha podido observar un incremento muy notable en el número de recién nacidos con microcefalia, y también, en el numero de casos del síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmune ataca al sistema nervioso y puede llegar a producir parálisis.
Fuente: OMS
Lo que sí que sabemos acerca del virus de Zika es que es un virus que pertenece al género Flavivirus y se transmite a través de la picadura de un mosquito, pero no un mosquito cualquiera, sino en concreto los mosquitos pertenecientes al género Aedes, y sobre todo, en las áreas tropicales, a través del mosquito Aedes aegypti, el cuál también transmite la enfermedad del dengue y la fiebre amarilla.
La sintomatología que sufre una persona que ha sido infectada por el virus de Zika puede parecer, en principio, bastante leve, dura entre 2 y 7 días y consiste en fiebre no muy elevada, conjuntivitis, erupciones maculopapulares, mialgias y artralgias. Por el momento no hay vacunas ni tratamientos específicos para esta enfermedad. Lo que se recomienda para estos casos no es más que permanecer en reposo, mantener una correcta hidratación y tomar algún analgésico si es necesario.
Durante los últimos brotes de la enfermedad, tanto para el de la Polinesia francesa en 2013 como el de Brasil en 2015, las autoridades nacionales han notificado complicaciones neurológicas y autoinmunes de la enfermedad por el virus de Zika. Además, en Brasil se ha observado un aumento de las infecciones por el virus junto a un aumento de los recién nacidos con microcefalia, en concreto, fueron 4.000 niños afectados en 2015.
Se está investigando si estos brotes del virus de Zika podrían tener una relación con el reciente aumento de casos de microcefalia en niños recién nacidos. La microcefalia consiste en un desarrollo anormal del cerebro y del cráneo del feto, lo que puede traducirse en diferentes grados de discapacidad. Aunque aún se necesitan más investigaciones, de cada vez son más las evidencias que relacionan ambos procesos, por lo que el riesgo podría ser mayor para las mujeres embarazadas.
La mejor forma de protegerse frente al virus es evitar la picadura del mosquito
La mejor forma de prevenir la enfermedad es protegerse frente a las picaduras de mosquitos. Es importante utilizar repelentes de mosquitos, ropa que cubra la mayor parte del cuerpo y colocar mosquiteras en la cama, en las ventanas y en las puertas. Estas recomendaciones son válidas para cualquier persona que se encuentre en áreas donde se conozca la circulación de estos mosquitos.
El próximo lunes 1 de febrero se reunirá el Comité de Emergencia de la OMS y podremos saber cuáles serán las acciones que se llevarán a cabo para intentar controlar la propagación del virus de Zika a la que el mundo entero se enfrenta.
