No sabemos si se le puede llamar moda, pero desde luego ya es una tendencia real, pues unos investigadores han determinado que durante los últimos 20 años ha crecido la popularidad de las razas de perro con caras anchas y nariz chata.
A lo mejor te suena un poco rara la descripción pero básicamente nos referimos a los perros de razas braquicéfalas, como el Bullddog Francés y el Pug o Carlino. Además, eso va unido a una mayor preferencia por los perros de raza pequeña, según el estudio publicado en la revista científica «Canine Genetics and Epidemiology«.
En el estudio se han registrado todas las razas de perros adquiridos por diferentes personas durante 27 años (1986-2013) y lo que han encontrado es que se han adquirido menos perros durante estos años. Pero además vieron que otra de las tendencias era la caída de los perros de razas más grandes y un aumento de los perros más pequeños, dentro de la cual existe el aumento masivo de los individuos braquicéfalos.
Los perros braquicéfalos pueden tener muchos problemas de salud
La palabra braquicefálico lo que indica es que el cráneo de estos animales está comprimido en su parte frontal. Esta característica, que ahora parece fascinar a todo el mundo, en realidad subyace muchos problemas de salud.
Seguro que si has tenido alguno de estos perros a tu alrededor has oído la forma en la que respiran, parece que van a ahogarse en cualquier momento. Esto es por varios motivos: tienen dificultad para respirar porque tienen las vías respiratorias muy cortas y las aberturas nasales muy estrechas. Además, tienen un exceso de tejido blando en el paladar, el aparato digestivo y el respiratorio, lo cual dificulta el paso del aire y por eso emiten esos ruidos tan característicos.
Otra característica son sus ojos salientes, debido a que tienen las cuencas menos profundas, sus ojos sobresalen mucho más de lo normal, haciendo que la córnea del ojo se encuentra más expuesta a los agentes externos. Por la forma de la cara, como «aplastada» tienen infinidad de pliegues y grietas que forman el exceso de piel, y en estos pliegues pueden acumularse bacterias y levaduras que pueden causar inflamaciones e infecciones, que a menudo serán recurrentes, pues nunca conseguiremos eliminar la causa del problema.
Debido al exceso de tejido que presentan en su aparato digestivo, a menudo presentan problemas digestivos, tales como vómitos o regurgitaciones debido a que su esófago suele tener como divertículos o cavidades que no deberían estar allí, para que te hagas una idea, el esófago normal de un perro es como un tubo (un cilindro perfecto) y en el caso de muchos perros braquicéfalos, a ese tubo le salen como una especie de minicalcetines, pequeños sacos ciegos.
Esto es lo que le ocurre al cerebro de tu perro cuando te ve
Lo positivo de todo esto, es que no todos los perros braquicefálicos tienen toda esta serie de problemas que desde un punto de vista veterinario se definen como el síndrome braquicéfalo. Afortunadamente existen perros de razas de cara chata que no tienen estos problemas, y precisamente esos deberían ser los que se deberían potenciar.
Muchos veterinarios están preocupados por el bienestar de los perros braquicéfalos y se consideran unas razas inadecuadas para su cría continuada, puesto que su salud y su bienestar está comprometido.