La mayor parte de las regiones tropicales y subtropicales del mundo tienen las condiciones ambientales necesarias para la propagación del virus de Zika, por lo tanto, se encuentran en mayor riesgo. Estas áreas están habitadas por más de 217 mil millones de personas.
Científicos de la Universidad de Oxford han realizado un mapa global en el que se representa la transmisión del virus de Zika. En el mapa se incluyen las áreas que tienen un medio ambiente y unas características socioeconómicas similares a las regiones donde el virus ya ha llegado. Además, se han completado con un análisis exhaustivo de la distribución del vector principal del virus de Zika, el mosquito Aedes aegypti.
El autor principal del estudio, Janey Messina, de la Universidad de Oxford, dijo: «Hemos recopilado de forma exhaustiva todos los datos relacionados con el virus de Zika y los hemos expuesto en un mapa. De tal forma que se revelan las regiones prioritarias en las que las autoridades deberían intervenir para controlar la población de vectores y donde debería concentrarse la vigilancia de este virus con el fin de mejorar la respuesta frente a un brote».
Ya se ha confirmado que el virus de Zika provoca microcefalia
Un estudio reciente ha demostrado que el virus de Zika fue introducido en Brasil, por primera vez, en el año 2013. Como ya se ha confirmado, las mujeres embarazadas que contraen el virus de Zika tienen un riesgo muy elevado de dar a luz a niños con microcefalia, una enfermedad en la que los bebés nacen con el cerebro poco desarrollado.
Ya se han reportado más de 1.000 casos confirmados de microcefalia debido al virus de Zika en Brasil, y alrededor de 5.000 siguen pendientes de confirmación.
Para crear estos mapas, los científicos se han centrado en seis variables principales: la temperatura, puesto que es un factor muy importante que predice si los mosquitos hembras puedensobrevivir lo suficiente como para picar a un humano y luego poner sus huevos. Además, la temperatura también es importante para la incubación del virus en el interior de los mosquitos, proceso que tarda unos 10 días.
Se han tenido en cuenta tanto los mosquitos de la especie A. aegypti como A. albopictus, porque aunque el primero es el que tiene una mayor eficacia en la transmisión del virus, ambos lo transmiten. Las precipitaciones también han sido una de las variables principales.
También lo son las zonas urbanas, que son zonas particularmente adecuadas para la transmisión de este virus, ya que estos mosquitos prefieren la sangre de los humanos, a la de cualquier otro animal. Las hembras de los mosquitos del género Aedes son las que pican y las que transmiten la enfermedad.
Algo que extraña a los investigadores es el hecho de que no haya habido brotes más grandes en África o en Asia, a pesar de que las condiciones para la transmisión sean favorables. Lo achacan a que puede haber falta de notificación de casos, diagnósticos erróneos o un alto nivel de inmunidad en la población, ya que el virus ha estado presente en estos lugares desde hace mucho tiempo, pues se describió en Uganda por primera vez en 1947.
Davidad Pigott, del instituto de Seattle para la Métrica y la Evaluación Sanitaria, dijo: «Con nuestros mapas y con la gran cantidad de información que emerge de la ciencia mundial y de la comunidad de la salud pública, los responsables políticos pueden decidir dónde priorizar el control de vectores y otras medidas preventivas«.