Al parecer estábamos equivocados cuando creíamos que podíamos curar una picadura de medusa aplicando un poco de orina. Seguro que más de alguno se la ha ofrecido a un amigo. Según un nuevo estudio, bastaría con aplicar vinagre y calor sobre la picadura para obtener un alivio inmediato.
Existen muchos mitos al respecto, que si el agua con limón es lo mejor, que si la espuma de afeitar o la pasta de dientes. Hay infinidad de remedios caseros a cada cual menos fiable para curar las picaduras de medusas y aliviar el dolor que producen. Y ninguno de ellos cuenta con un cierto respaldo científico.
Actualmente, el protocolo de primeros auxilios ante la picadura de una medusa afirma que se debe limpiar la zona afectada con agua salada, despegar los tentáculos de la piel y posteriormente aplicar hielo para disminuir el impacto de la picadura. Pero resulta que esto que acabamos de describir podría ser lo peor que podemos hacer.
El vinagre y el calor son el mejor remedio para las picaduras de medusa
En el nuevo estudio publicado en la revista «Toxins«, los investigadores han observado que el proceso de retirada de los tentáculos de una picadura de medusa no hace más que empeorar la situación. Cuando intentamos despegar los tentáculos de la piel solemos aplicar presión en la zona y eso provoca que se liberen más cápsulas con poder urticante.
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También se ha visto que cuando lavamos la zona de la picadura con agua salada podemos estar difundiendo el veneno de la medusa sobre una área mayor de la piel que la que inicialmente se vio afectada. Y todavía hay más, al parecer aplicar hielo sobre la región afectada no disminuye la sensación de dolor si no que lo aumenta.
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En su lugar, los investigadores recomiendan aplicar vinagre en la zona afectada. Además, es muy importante el segundo paso, el calor. Aplicar calor (a una temperatura de unos 45 ºC) sobre la zona ayuda a inactivar el veneno inyectado por la medusa.
Según el investigador principal del estudio, Angel Yanagihara: «Si no hay ciencia sólida que respalde las prácticas médicas cualquier información puede llevar a confusión, y en muchos casos, según qué prácticas pueden empeorar las picaduras o incluso jugar con la vida. Con este estudio hemos acabado por fin, con el conflicto de las recomendaciones oficiales«.
Ahora que ya sabemos cómo hay que actuar y qué hacer cuando nos pica una medusa, cruzaremos los dedos para que no nos toque ponerlo en práctica este verano.
