Llamadnos escépticos si queréis, pero aunque los últimos resultados hayan sido más que buenos, no se puede afirmar de forma engañosa que «ya es posible diagnosticar el cáncer con una gota de sangre», el titular tiene muchos matices y es lo que intentaremos explicaros a continuación. Lo que sí es cierto es que los científicos están trabajando en perfeccionar una técnica que podría diagnosticar el cáncer mediante una pequeña cantidad de sangre y la verdad es que promete mucho.
La prueba se basaría en estudiar un tipo de células que están presentes en la sangre y del que seguro que muchos de vosotros habéis oído hablar, las plaquetas. Son la segunda célula más abundante de la sangre y por lo general están involucradas en la cicatrización de heridas y en la coagulación. Su función principal es prevenir el sangrado excesivo pero resulta que por desgracia pueden facilitar la progresión del cáncer.
Las plaquetas contribuyen a la propagación del tumor
La primera propuesta que realizó el año pasado Robert Weinberg fue que las plaquetas pueden ser influenciadas por los tumores de tal forma que secuestran proteínas y otras moléculas producidas por las células cancerosas. «De esta forma, las plaquetas que normalmente cicatrizan heridas, están ayudando al tumor a hacer su trabajo«, dijo el investigador principal a «IFLScience«, Thomas Wurdinger, en Amsterdam.
«Inducen el interruptor de crecimiento celular, por lo que los tumores comienzan a migrar hacia los vasos sanguíneos y liberan células malignas al torrente sanguíneo que pueden propagarse. Además, también promueven el crecimiento de los vasos sanguíneos del tumor, mecanismo que se conoce como angiogénesis». Este suministro de sangre ayuda a alimentar al tumor y evita que muera por falta de oxígeno.
Ya en 2011, el equipo de Wurdinger describió que las plaquetas que han sido influenciadas por tumores presentan ARN (material genético que dirige la síntesis de proteínas) de tumores y que ese ARN puede identificarse como tumoral. En el estudio actual, publicado en «Cancer Cell«, muestran que estos llamados perfiles de ARN se pueden utilizar para diagnosticar el cáncer.
300 pacientes se inscribieron y se les extrajo alrededor de 6 mililitros de sangre (de aquí el titular de que con una simple gota de sangre se podría diagnosticar la enfermedad) a cada uno, de esa muestra se separan las plaquetas y se analiza el ARN. De esta forma, los investigadores determinaron que podían distinguir entre pacientes sanos y enfermos de cáncer, con un 96% de precisión, lo cual es bastante impresionante.
También se podría determinar la ubicación primaria del tumor
También quisieron saber si podían utilizar algoritmos informáticos para determinar la ubicación del tumor a partir de los datos obtenidos de las muestras de sangre, lo cual resultó ser posible. A través de seis tipos diferentes de cáncer, los científicos identificaron correctamente la ubicación del tumor primario con un 71% de precisión.
«Eso no es suficiente para la aplicación directa en la clínica, pero los resultados podrían guiarnos para crear pruebas diagnósticas adicionales para la confirmación, lo que ayudaría a los médicos a saber dónde buscar y reducir de esta forma la necesidad de realizar invasivas biopsias innecesarias«, admite Wurdinger.
La prueba podría llegar a la clínica en 5 o 10 años
Por ejemplo, si un paciente tiene un tumor sospechoso en el cerebro, se podría utilizar la prueba para clasificar con un alto grado de precisión si se trata de un tumor metastásico primario o secundario. Y si fuera el último supuesto, la prueba ayudaría a identificar la localización primaria del tumor en el cuerpo sin necesidad de realizar una biopsia cerebral que siempre es difícil y de alto riesgo.
La revolucionaria técnica para diagnosticar el cáncer no está preparada pero Wurdinger dice que ellos estiman que con suerte podría llegar a la clínica en los próximos 5 o 10 años. Lo cual creemos que supondría un gran avance para la lucha contra el cáncer.