¿Te habías preguntado alguna vez por qué muchos animales tienen las espaldas oscuras y los vientres pálidos? El reino animal contiene una gran diversidad de patrones de colores que van desde el camuflaje perfecto de la sepia a las extravagantes plumas de colores de las aves. La evolución ha dado forma a esta diversidad, pero aún se desconoce qué presiones selectivas han actuado.
Algunas teorías proponen que estos patrones se han desarrollado específicamente para el camuflaje, otras teorías apuntan más acerca de la reproducción y el cortejo, otras hablan de regulación de la temperatura corporal e incluso se ha sugerido que sean señales de advertencia.
Protección ancestral para las presas
Pero uno de los patrones más comunes en la coloración de los animales es el contrasombreado o la contracoloración, es decir, una piel de color más oscura en la superficie del cuerpo a la que le da el sol y un color más claro en la parte inferior. Existen animales terrestres, aéreos y marinos con este patrón.
El contrasombreado siempre ha sido considerado beneficioso para la protección contra los rayos solares debido a que el color oscuro de la piel se debe a un pigmento denominado melanina que es capaz de disipar la perjudicial radiación ultravioleta. Además, un color oscuro en un cuerpo menudo ayuda a los animales a obtener más calor de la luz solar.
Sin embargo, desde hace ya algún tiempo se ha sugerido que este patrón de coloración evolucionó durante muchos años para mejorar el camuflaje visual. Esto se remonta a una de las teorías más antiguas de la evolución del camuflaje, originalmente presentada a finales del siglo XIX por el biólogo evolutivo británico Sir Edward Poulton y el artista americano Abbott Thayer. Ambos sugirieron que el sombreado podría contrarrestrar los efectos de la luz y hacer que los animales fueran más difíciles de ver.
Todo depende, como siempre, del punto de vista
Para tratar de explicaros como contribuye el contrasombreado al camuflaje visual vamos a explicar cómo interactúa la luz con los objetos y los espectadores. En la naturaleza la mayor parte de la luz nos llega de arriba, los objetos tridimensionales con un color uniforme son más brillantes en la parte superior y más oscuros es las partes que están expuestas a menos luz.
Esta interacción entre la forma y la luz proporciona una fuente de información en tres dimensiones para nuestros sistemas visuales conocida como sombreado. Este es también una señal importante para los animales, los depredadores pueden potencialmente utilizar la forma de la sombra para revelar la forma en 3D de sus presas.
Camuflarse o morir
En este caso el contrasombreado es una posible defensa, si un animal es más oscuro en la parte superior y más claro en la parte inferior, esto puede compensar el sombreado de la luz y hacer que sea más difícil para los depredadores detectarlos. Para ayudaros a entenderlo os proponemos que observéis las siguientes imágenes de una oruga alimentándose en unas hojas de abedul. ¿En cuál de las dos imágenes es más difícil verla?
La oruga es más difícil de detectar en la segunda imagen debido a que los efectos del sombreado son contrarrestados por el contrasombreado. En este caso, el contrasombreado es a la inversa de lo habitual, la espalda de la oruga es más pálida que su viente, esto es así porque su pose más común es estar como en la segunda imagen, colgando por debajo de una rama, con lo cual su vientre es la parte más alta.
El mejor patrón de contracoloración para evadir la detección depende de las tres vías de interacción entre la forma del objeto, la calidad de la luz y la ubicación del espectador. También son factores muy importantes el clima, la hora del día y la localización en la que se encuentra el animal. Por ejemplo, en un lugar soleado, un animal debe tener una transición brusca entre sus zonas claras y oscuras, sin embargo, esto es diferente para aquellos animales que viven en el bosque, estos necesitan una transición gradual entre el vientre y la espalda.
Todo lo anterior pone de manifiesto que el camuflaje podría ser una explicación evolutiva crucial para conocer cómo se orientan los animales.