Pollos que han sido modificados genéticamente para producir un medicamento muy concreto en sus huevos, han sido aprobados por la «Food and Drug Administration (FDA)», en Estados Unidos. El fármaco en cuestión, llamado Kanuma, se usa para tratar una enfermedad rara que afecta a los seres humanos y que a menudo resulta fatal para los niños. Los pollos, que a su vez están técnicamente clasificados como «medicamentos animales» por la FDA, no se utilizarán para el consumo humano, y serán criados y mantenidos en un laboratorio.
La enfermedad rara de la que hablamos es la deficiencia de la enzima lipasa ácida lisosomal (LAL), es una enfermedad genética en la cual el cuerpo no produce suficiente cantidad de la enzima LAL. Esto significa que el cuerpo no puede descomponer material graso, que luego se acumula en el hígado, el bazo, y los vasos sanguíneos. Se presenta en dos formas diferentes: la primera afecta a bebés de dos a cuatro meses de edad y se conoce como la enfermedad de Wolman, rápidamente progresiva y a menudo es resulta fatal. La segunda forma, conocida como enfermedad de almacenamiento de ésteres de colesterol (CESD), puede comenzar más tarde, tanto en niños como en adultos. Dependiendo de la gravedad del CESD, esta forma se puede controlar.
Los pollos están modificados genéticamente para producir LAL en la clara del huevo
Actualmente, el tratamiento de la enfermedad se centra en los síntomas y no en la causa. Aquí es donde los pollos transgénicos toman su papel. Los pollos han sido modificados genéticamente para producir huevos en los que la clara contiene una forma de la enzima humana LAL. La compañía farmacéutica puede entonces extraer y refinar la clara de huevo para obtener la enzima, conocida comercialmente como Kanuma, y luego usarla esto para tratar a las personas que sufren de deficiencia de LAL, antes de que la grasa puede acumularse y causar complicaciones.
Ahora que los pollos transgénicos han sido aprobados por la FDA, sólo se suman a otro puñado de animales modificados genéticamente que se utilizan en el mercado farmacéutico en Estados Unidos. Existen cabras transgénicas que producen un anticoagulante en su leche, y un fármaco producido en conejos que se utiliza para tratar el angioedema, una hinchazón aguda de la piel de la cara y de la boca, que se produce normalmente como respuesta alérgica.
Aunque ninguno de estos animales se encuentran en el mercado público para el consumo y su uso se limita a los laboratorios, el año pasado vimos como se aprobaba, tambien por la FDA, la entrada en el mercado del salmón modificado genéticamente para la alimentación humana.