Si eres de los afortunados que tiene un perro, te habrás dado cuenta de que muchas veces parece que no utilice sus ojos para guiarse, si no más bien su nariz. Y es que los perros tienen una visión más limitada que los humanos. Sin embargo, tienen la suerte de tener un olfato muy bien desarrollado.
Realmente, los perros ven a través de su nariz, pues esta les sirve para orientarse. Cada vez que un perro olfatea una habitación no sólo es capaz de saber qué hay si no que además, sabe dónde está cada cosa.
Los perros tienen la capacidad de captar los olores por separado en cada fosa nasal, de esta manera, con este olfato en ‘estereo’, pueden percibir la dirección de la que procede la fuente del olor y pueden adivinar la localización de lo que están oliendo.
El olfato de un perro es 300 veces mejor que el de un humano
Cuando el perro coge aire a través de su nariz, la mayor parte del flujo de aire le sirve para respirar, pero una pequeña fracción se dirige a una zona muy especializada que tiene la nariz del perro en la que se localizan las células olfativas. Los perros tienen alrededor de 300 millones de células olfativas, los humanos tenemos tan solo 5 millones.
Otra ventaja que presenta el olfato de un perro es que tiene unas aberturas laterales en la trufa que le permiten generar un flujo de aire en forma de remolino, alrededor del orificio olfativo, de esta forma puede separar mejor las moléculas de olor y le ayuda a identificarlas. Pero esta arquitectura nasal tan impresionante necesita un sistema de procesamiento sofisticado.
Esto es lo que le ocurre al cerebro de tu perro cuando te ve
El sistema olfativo, es decir, el encargado de procesar todos los olores ocupa una región mucho más grande del cerebro en los perros que en los humanos. Esto les confiere la capacidad de distinguir entre una infinidad de aromas específicos, y además pueden detectarlos aún cuando estén presentes en concentraciones mucho más bajas de lo que nosotros podemos llegar a detectar.
Para ponernos en situación, un perro podría notar un chorrito de perfume en un estadio de fútbol igual que nosotros lo percibimos en una habitación pequeña. Pero no sólo eso, el perro es capaz de identificar la composición del perfume. Y esto ocurre con todo, en la calle con cada persona que nos cruzamos, con el contenido de la basura del vecino, con los diferentes tipos de árboles que nos encontramos por el camino, todo tiene un patrón de olor diferente y el perro puede identificarlo.
El olfato de un perro puede percibir sustancias que no se ven
Otra característica del olfato de nuestros perros es que pueden detectar sustancias que no se ven. Tienen un sistema olfativo separado que recibe el nombre de órgano vomeronasal. Este se sitúa encima del paladar y le ayuda a reconocer las hormonas que los animales liberan, también conocidas como feromonas.
Las feromonas ayudan al perro a distinguir entre su posible pareja, su amigo o su enemigo. Además, de esta forma son capaces de identificar nuestros estados emocionales. Es así como los perros pueden saber si alguien está enfermo o si una mujer está embarazada. De hecho los perros son una gran herramienta para detectar tanto bombas, como drogas e incluso enfermedades como el cáncer.
Los perros tiene la capacidad de viajar en el tiempo. Y eso es así porque con su olfato, ellos son capaces de conocer el pasado. Cuando llegan a un sitio y olisquean, ellos ya saben quién pasó por aquí, qué comió y cómo se sentía. Y además, también saben quién o qué se acerca mucho antes de verlo, por lo que de alguna forma pueden ver el futuro.
Bueno ahora que ya sabes por qué tu perro tiene tan buen olfato y la forma tan fascinante mediante la cual ve o huele el mundo, seguro que lo verás con otros ojos cuando se pare en un árbol durante 10 minutos para olisquear.