Investigadores de la Universidad e Tokio han desarrollado una ultradelgada y ultraflexible pantalla que permitiría crear pieles electrónicas (e-skin), sensores de frecuencia cardiaca, pantallas que mostrarían el nivel de oxígeno en sangre y muchas otras aplicaciones.
Esta tecnología permite crear dispositivos electrónicos que se integrarían con el cuerpo humano y de esta forma se podría mejor o incluso restaurar algunas funciones del cuerpo. Hasta ahora, los dispositivos que se habían creado eran de cristal y contaban con un espesor mínimo y una flexibilidad limitada, pero ahora, esta película de menos de dos micrómetros de espesor permitirá producir pantallas electrónicas portátiles superflexibles, y otra gran infinidad de dispositivos.
La película esta formada por dos capas: una inorgánica de oxinitrito de silicio y una orgánica de parileno, que impiden el paso del aire y del vapor de agua. Usando esta película y un sistema de electrodos, el grupo de investigación creó unos diodos emisores de luz y unos fotodetectores orgánicos. De esta forma, consiguieron crear un dispositivo lo suficientemente delgado como para fijarse a la piel y lo suficientemente flexible como para que no se distorsionara con las arrugas que se producen como consecuencia del movimiento del cuerpo.
Las nuevas pantallas flexibles podrían revolucionar el mundo
El nuevo dispositivo es particularmente adecuado para ser utilizado en aplicaciones biomédicas, tales como pantallas que muestren el oxígeno en sangre o la frecuencia cardíaca, ya que además en un sistema que no genera calor y que consume muy poca energía.
Detalle de la película ultrafina y los sensores. Fuente: Someya Laboratory
La llegada de los smartphones ha cambiado la forma en la que nos comunicamos. Debido a que estas herramientas de comunicación cada vez son más pequeñas, sus componentes todavía tienen que ser aún más discretos.
Sería interesante no tener que llevar un dispositivo con nosotros en todo momento, ya que de esta forma podríamos mejorar la forma en la que interactuamos con nuestro alrededor. ¿Te imaginas cómo sería el mundo si tuviéramos pantallas adheridas a nuestro cuerpo y que incluso éstas pudieran monitorizar nuestros sentimientos, emociones, estrés y estado de salud?
