Puede que nuestros perros no sean tan inteligentes como sus amos creemos, según sugiere un estudio publicado en “Biology Letters”. Al parecer los perros pueden haber perdido parte de sus habilidades e inteligencia debido a su largo recorrido al lado de los humanos.
Para este estudio, una especialista en comportamiento animal, Monique Udell utilizó 10 perros mascota, 10 perros de un refugio y 10 lobos criados por humanos. Los perros del refugio en este caso actuaban como un caso intermedio en el que aunque son perros domesticados, no han sido estimulados socialmente como una mascota.
Los animales eran expuestos a determinados retos
El estudio consistía en plantear a los animales ciertos retos que debían resolver por sí mismos, mientras ella estudiaba las diferencias que había entre el comportamiento de unos y otros. Uno de los retos era dejar al animal olfatear una salchicha y posteriormente taparla con un recipiente de plástico transparente. Para retirar la cubierta, el perro debía mantener una pata apoyada en un recuadro en el suelo y a la vez debía tirar de una cuerda atada a la tapa, los animales tenían dos minutos para completar la tarea.
No sé si os parecerá una tarea fácil o difícil, la realidad es que ninguno de los perros de compañía fue capaz de abrir la tapa y únicamente uno de los perros del refugió lo consiguió. Por el contrario, ocho de los lobos consiguieron rápidamente librarse de la tapadera.
La misma prueba se realizó esta vez con los propietarios actuales de los animales presentes durante la prueba, y los resultados fueron los mismos. La siguiente prueba fue realizar el mismo experimento pero esta vez se le pidió a los propietarios de los animales que los animaran a que consiguieran la comida, esta vez, sorprendentemente, cuatro de los perros del refugio consiguieron su ansiada salchicha y también uno de los perros lo consiguió.
La persistencia es la clave, y los perros la han perdido
Para Udell la diferencia clave entre las pruebas es la persistencia, los lobos estuvieron insistiendo en conseguir su comida durante mucho más tiempo que los perros, quienes a los pocos minutos de comenzar la prueba miraron a sus propietarios en busca de ayuda. Si lo miramos de otra forma, no es una mala táctica para ellos si hasta ahora les ha funcionado.
Udell plantea otra posibilidad, y es que al querer domesticar y educar a nuestros perros, lo que conseguimos es que ellos no hagan las cosas que quieren, si no que les enseñamos a inhibir sus acciones y a esperar a que las realicen cuando y como nosotros queremos. Puede que los perros que no son capaces de adaptar esa situación acaben en un refugio, y quizás por eso han sido capaces de superar a los perros de compañía en la prueba.
¿Significa esto qué los lobos son más inteligentes que los perros? No tiene por qué. Es una conducta natural para un lobo ser capaz de solucionar sus problemas de forma independiente, sin embargo los perros han adaptado la conducta de acatar órdenes de los humanos.
En un estudio anterior se vio como un cachorro de 8 semanas de edad fue capaz de abrir la tapa, otro indicio de que tal vez no es que los perros no puedan hacerlo, si no que han aprendido a buscar nuestra ayuda antes de intentar hacer un gran esfuerzo.
Por supuesto, existen muchas limitaciones en este estudio, no se escogió un gran número de perros ni eran representativos de las diferentes razas, ya que está demostrado que la raza de un perro influye mucho en la manera en que es capaz de afrontar diferentes problemas o de actuar frente a según qué situaciones. También es importante destacar que se han mezclado perros y lobos, y está claro que los lobos han tenido más oportunidades de enfrentarse a situaciones de las que tienen salir ellos solos sin ayuda de ningún humano.
¿Hacemos los humanos más tontos a los perros?
Aun así, es un primer paso que abre un debate muy interesante, y quizás sea una buena excusa para comenzar a probar nuevas estrategias que estimulen un poco más el comportamiento independiente de nuestros perros.