La respuesta a la pregunta anterior podría esconderse en un tipo de gusano muy estudiado por la ciencia, ya que se han encontrado un tipo de neuronas en el cerebro de los gusanos nematodos machos que se ha visto están implicadas en recordar y priorizar el sexo, incluso antes que la comida. Estas neuronas sólo existen en los gusanos macho.
Este descubrimiento es importante porque hoy en día sabemos muy poco sobre cómo los cerebros varían en función del sexo para tener diferentes preferencias, aptitudes y juicios. En un estudio de la «University College of London» (UCL) y del «Albert Einstein College of Medicine» en EE.UU. que ha sido publicado recientemente en la revista «Nature» se muestra la relación directa que existe entre las diferencias en el desarrollo del cerebro y la estructura entre ambos sexos.
«Diferentes áreas del cerebro muestran diferencias sexuales en muchos animales»
Según ha comunicado la autora principal del estudio, la Doctora Arantza Barrios, a ScienceDaily, «Las áreas del cerebro involucradas en el aprendizaje muestran diferencias sexuales en muchos animales, incluidos los humanos, pero lo que aun se desconoce es cómo estas diferencias afectan directamente al comportamiento«.
«Hemos demostrado cómo las diferencias genéticas y de desarrollo entre los dos sexos conducen a cambios estructurales en el cerebro de los gusanos machos durante la maduración sexual. Estos cambios hacen que los cerebros masculinos funcionen de manera diferente, lo que lleva a los machos a recordar encuentros sexuales anteriores y a priorizar el sexo en situaciones futuras».
El equipo de investigación se sorprendió cuando encontró estas células previamente no indentificadas ya que son las responsables del cambio de comportamiento y los gusanos son un organismo modelo que ha sido muy bien estudiado. Ellos han sido capaces de demostrar que las células de las que nacen las neuronas cerebrales masculinas de los gusanos comparten características comunes con las células que dan lugar a las neuronas del cerebro humano. Y estas células son las células gliales, un tipo de célula que se encarga de dar apoyo y nutrir a las neuronas.
Un descubrimiento que podría tener importantes implicaciones terapéuticas en el futuro
El co-autor del estudio, el Doctor Richard Poole, dijo: «Este es el primer ejemplo bien descrito de células de la glía produciendo neuronas en una especie que no es vertebrada. Además es muy emocionante encontrarse con que las células gliales son células completamente diferenciadas, ya que ha sido un tema difícil de abordar en los organismos superiores. Ahora hemos dado con un sistema que nos permitirá entender como la glía puede generar neuronas, lo cual podría tener importantes implicaciones terapéuticas en un futuro.»
La pareja de neuronas identificada ha recibido el nombre de «Células misterio del Macho» (CMM). Si nacen estas neuronas o no depende del sexo genético de las células gliales y no del sexo del animal o de las hormonas, es decir, las neuronas CMM sólo nacen a partir de células gliales que tienen cromosomas masculinos.
Las especies de gusanos utilizados en el estudio, Caenorhabditis elegans, tienen dos sexos: machos y hermafroditas. Los hermafroditas son esencialmente hembras modificadas para producir su propio esperma y no necesitan depender de un macho para reproducirse. Las CMM se identificaron utilizando marcadores de fluorescencia y su función se estudiaba mediante su extirpación quirúrgica con un micro-haz láser.
El efecto de estas células en el comportamiento de los gusanos fue probando usando el condicionamento clásico, son ensayos de comportamiento en los que los gusanos aprenden a asociar las experiencias repulsivas (hambre o concentración de sal) o agradables (alimento o pareja) y cambian su comportamiento respecto a ese estímulo.
Aquellos gusanos que pasaron hambre en presencia de sal aprendieron a moverse lejos de aquellas zonas con altas concentraciones de sal, cuando se los colocaba en un nuevo entorno que tenía concentraciones de sal diferentes. Esto indicaba que los gusanos habían aprendido a relacionar la sal como un signo de ausencia de alimento.
En cambio, cuando los machos se morían de hambre en presencia de sal pero en el ambiente había compañeros sexuales, al volver a colocarlos en un entorno nuevo que tenía diferentes concentraciones de sal, los machos buscaban esas zonas con altas concentraciones de sal, lo que indicó que los machos asociaban la alta concentración de sal con el sexo y que esa asociación era más fuerte que la asociación con falta de alimentos. Este cambio de comportamiento no se producía en el caso de los gusanos hermafroditas. Es importante destacar que, tampoco se producía en aquellos machos cuyas CMM fueron extirpadas quirúrgicamente, lo que demuestra que este tipo de neuronas son las encargadas de esas diferencias de comportamiento.
«Nos ayudará a apreciar y comprender la variedad de la sexualidad humana»
Otro de los investigadores que ha formado parte del estudio, el Doctor Scott Emmons, dijo: «Sólo en C. elegans, de momento, es posible identificar este tipo de neuronas. Pero aunque el trabajo se ha llevado a cabo en un pequeño gusano, nos proporciona una perspectiva que nos ayudará a apreciar y posiblemente comprender la variedad de la sexualidad humana, la orientación sexual y la identificación de género».
Los científicos esperan poder descubrir cómo las células gliales son capaces de generar neuronas, ya que es una vía prometedora para reparar áreas dañadas del cerebro. También quieren determinar qué propiedades específicas de los circuitos cerebrales regulan la adquisición y la retención de la información con el fin de entender cómo se produce el aprendizaje.