Por primera vez, ha sido posible introducir fármacos de quimioterapia en el interior del cerebro porque se ha conseguido atravesar con éxito la barrera hematoencefálica (BHE), mediante el uso de un»destornillador ultrasónico». Esta técnica supone un avance importante según anuncian los investigadores desde Toronto.
La BHE es como una red o un filtro que se encarga de no dejar pasar a la circulación cerebral las sustancias que podrían ser dañinas para el cerebro, a la vez que deja pasar todas aquellas sustancias que considera útiles. Aunque es muy útil haciendo su trabajo, esta barrera dificulta muchas veces el abordamiento de enfermedades que se producen en el cerebro. Por ejemplo, si un paciente tiene un tumor en el cerebro es imposible, al menos hasta ahora, que los fármacos lleguen al tumor.
La BHE permanece intacta después de la realización de la técnica
El año pasado, sin embargo, los investigadores hicieron un avance increíble, consiguieron literalmente penetrar la BHE mediante una técnica que dejó intacta la barrera después del procedimiento. Científicos médicos del Hospital Pitié-Salpêtrière en Paris colocaron unos emisores especiales que generan una cierta frecuencia de sonido (ultrasonido, más allá de nuestra capacidad auditiva) dentro de los cerebros de cuatro personas con un tumor cerebral maligno, concretamente un glioblastoma.
Posteriormente unas burbujas minúsculas o microburbujas se inyectaron en los pacientes y las dejaron chocar contra la BHE. Los emisores de ultrasonidos de alta intensidad se activaron en ese momento e hicieron que las microburbujas se expandieran y se contrayeran unas 200.000 veces por segundo. Esto obligó a las células que componen la BHE a separarse, permitiendo en ese momento que los fármacos de quimioterapia atravesaran la BHE y llegaran hasta el tumor.
Glioblastoma. Fuente: Christaras A/Flickr
Los emisores de ultrasonido fueron colocados lo más cerca posible del tumor y la barrera solo se debilita durante unos minutos y en una pequeña zona, de tal forma que el resto del cerebro queda protegido. Aunque la técnica fue eficaz, el tratamiento no fue del todo preciso, y requería que los emisores de ultrasonido fueran implantados invasivamente en el cerebro.
Ahora han perfeccionado la técnica e investigadores del Hospital Sunnybrook de Toronto, han desarrollado un método más preciso y no invasivo: en primer lugar, como antes, los medicamentos de quimioterapia son inyectados en el torrente sanguíneo, al igual que las microburbujas. Después se localiza el tumor con un escáner de resonancia magnética y un haz de ultrasonido desde fuera se dirige hacia la BHE, permitiendo que las microburbujar vibren y se abra una pequeña sección en la barrera que permita que los fármacos consigan pasar. Después las burbujas son finalmente reabsorbidas por los pulmones.
Este procedimiento podría tener aplicaciones prometedoras en neurocirugía
La semana pasada, el nuevo procedimiento se probó en el primero de los 10 pacientes con tumores cerebrales, después de 24 horas de aplicar la técnica, se muestrearon los tejidos circundantes y se extirpó el tumor quirúrgicamente para examinar la cantidad de medicamento que había llegado a la zona de destino.
Si finalmente se prueba la eficacia de la prueba, y su seguridad se demuestra. Además, ya sería revolucionario que el fármaco de quimioterapia se pudiera administrar con el nuevo método que incluye algas cómo vehículo del medicamento para evitar que estos dañen tejidos sanos. También, no sólo tendría aplicación en tratamientos contra el cáncer, la enfermedad de Alzheimer también sería uno de los próximos objetivos de este método.
