Las depuradoras no son capaces de eliminar por completo los nuevos compuestos químicos que se encuentran en nuestras aguas residuales. Estos compuestos químicos tienen una fuerte influencia sobre el sistema endocrino u hormonal de los seres vivos. Se producen malformaciones, feminización de machos e incluso disminuye la capacidad reproductiva de los animales.
Según un nuevo estudio que ha sido realizado en la costa vasca, el entorno acuático de aquellas áreas en las que están ubicadas las depuradoras son las más afectadas. En estas zonas es donde se encuentran los mayores niveles de bioconcentración de estos compuestos y el porcentaje más alto de peces intersexuales.
No se trata de un fenómeno aislado, si no que ocurre en todo el planeta
El pez que se escogió para el estudio es el corcón o muble (Chelon labrosus). Según comenta Asier Vallejo, uno de los investigadores del grupo, a EurekAlert!: «Tal y como esperábamos, fue en el estuario Gernika (junto a la corriente de vertido de la depuradora) donde se obtuvieron las mayores concentraciones de compuestos y donde se recogieron un mayor número de peces intersexuales».
Vallejo explica: «La función de las depuradoras es limpiar los desechos que vertemos al agua los humanos. Sucede, sin embargo, que la mayoría de las depuradoras no están preparadas para eliminar los nuevos compuestos químicos que aparecen en el mercado. De ahí que, aun vertiéndose a ríos o mares en concentraciones muy bajas, al ser constante su flujo, provoquen consecuencias tan graves en los peces. Por eso, precisamente, esperábamos encontrarnos con concentraciones tan elevadas en Gernika. Pero no se trata de un fenómeno exclusivo del País Vasco, sino de todo el planeta«.
Pero según comenta Vallejo, no tenemos motivos para alarmarnos, «al menos, no por el momento. Los peces que hemos analizado son de la familia de los corcones, que, en el País Vasco no suelen comerse. Estos animales suelen buscar su alimento entre los residuos». Sin embargo, podría ser que estos compuestos también afectaran a los humanos, y de hecho lo hacen «pero no sabemos hasta qué punto, no sabemos qué concentración deben alcanzar los compuestos para afectar a los humanos. Son los médicos quienes pueden despejar estas incógnitas».
La bilis tiene la capacidad de acumular este tipo de compuestos
Respecto al estudio, se analizaba la bilis de los peces capturados para determinar el nivel de concentración de estos compuestos. Las muestras de bilis contenían otros compuestos que no se detectaban en el agua como por ejemplo algunos pesticidas, alquilfenoles y otras hormonas. Esto pone en evidencia que en la bilis tiene la capacidad de acumular este tipo de compuestos.
El estudio ha sido publicado en la revista «Science of The Total Environment» y se titula: «Determinación de compuestos disruptores endocrinos y sus metabolitos en la bilis del pescado«. Se analizaron los puertos pesqueros de Ondarroa, la Marina de Deba, el estuario de Gernika (junto a la corriente de vertido de la depuradora) y los puertos industriales de Pasaia y Santurtzi, durante los meses de mayo y junio del año 2012.