Increíblemente las cucarachas pueden comunicarse entre ellas a través de sus heces, según sugiere un nuevo estudio. Los investigadores han estudiado el comportamiento de agregación de las cucarachas y han encontrado que existen ciertos compuestos que sintetizan los intestinos de estos insectos que acaban en las heces y atraen a los de la misma especie. Los hallazgos han sido publicados en la revista científica «Proceedings of the National Academy of Sciences«.
La cucaracha alemana (Blattella germanica) es una importante plaga que transmite muchas enfermedades, suelen vivir en comunidades y el contacto entre ellas acelera el desarrollo de los individuos jóvenes, que se conocen como ninfas. Gracias a estas agregaciones que forman también evitan depredadores, se termorregulan y evitan la pérdida de agua.
Las heces de la cucarachas contienen ácidos carboxílicos volátiles
Las cucarachas se comunican entre ellas mediante unas señales químicas, las feromonas, que producen ellas mismas o sus bacterias intestinales. El equipo de investigación de la Universidad Estatal de Carolina del Norte encontró unos compuestos químicos denominados ácidos carboxílicos volátiles (ACV) que son unos compuestos que atraen a las cucarachas.
Ninfas de cucaracha. Fuente: Flickr
Aquellas cucarachas que fueron criadas en ambientes esterilizados en los que no había bacterias que pudieran formar parte de su tracto gastrointestinal, no producían ACV en sus heces o lo hacían en niveles muy bajos. Estas mismas bacterias se sentían atraídas por aquellas heces de cucarachas con bacterias intestinales, lo que sugiere que estas heces contienen ACV que las atraen, actuando como agregadores fecales.
Las cucarachas tienen una mandíbula 5 veces más fuerte que la nuestra
Así como la mayoría de insectos tienen todo tipo de estrategias para deshacerse de sus heces, enterrándolas o dejándolas caer de las hojas. Para así, evitar el crecimiento microbiano que se produce por las condiciones húmedas o para deshacerse de las señales que puedan estar dejando a sus depredadores y que no puedan localizarles. Las cucarachas viven literalmente en sus heces e incluso se las comen cuando son jóvenes.
