La explosión de energía e hiperactividad que proporciona el consumo de cocaína es tan sólo un reflejo de lo que está sucediendo en ese momento en el cerebro del consumidor, así lo afirma un nuevo estudio, en el cuál se han llevado a cabo varios experimentos con ratas expuestas a cocaína. Los investigadores trazaron la red de circuitos que activan de forma descontrolada las neuronas encargadas de liberar dopamina, un neurotransmisor que regula el movimiento y la emoción. También encontraron que el uso habitual de cocaína conduce a la desensibilización o tolerancia.
En el estudio, se utilizaron unas moléculas especiales para seguir la actividad eléctrica del cerebro en ratas después del consumo de cocaína. Encontraron que un grupo de neuronas de la amígdala extendida (que es la zona del cerebro que se encarga de la motivación y el aprendizaje) actúan como un enlace directo para la activación del subículo ventral (centro de la adicción en el cerebro) y la liberación hiperactiva de dopamina.
Con el paso del tiempo, las ratas se hicieron insensibles a la cocaína
Con el paso del tiempo, esa activación sostenida de una parte clave del cerebro como es la amígdala extendida, producía un aumento de larga duración en la transmisión de señales a las neuronas que producen dopamina en el cerebro y de esta forma, las ratas se hicieron insensibles a la cocaína. Dado que estos cambios se producen dentro de la amígdala, nos dan una explicación de algunos de los efectos que a largo plazo puede ocasionar el consumo habitual de cocaína en el comportamiento y la motivación de los consumidores.
Una vez identificada la zona del cerebro que se activa para la liberación de dopamina, los investigadores realizaron una estimulación específica del subículo ventral (que en ratas anestesiadas dura unos 10 minutos aproximadamente) y pudieron observar que la reacción y el comportamiento neuronal del cerebro era similar a cuando se consume cocaína. Estos efectos duraron un total de 5 días y plantean la posibilidad de que las neuronas productoras de dopamina puedan ir modificándose para responder de forma diferente a los estímulos.
Además de proporcionar conocimientos sobre los circuitos cerebrales involucrados en la adicción a las drogas, como es el caso de la cocaína, los resultados podrían ser útiles para comprender de mejor forma e incluso cambiar la percepción que tenemos sobre las recompensas naturales, como es el caso de la alimentación o el ejercicio. También podéis acceder al siguiente enlace si queréis conocer los efectos que provoca la marihuana en el cerebro.
