Durante un corto periodo de tiempo, cada primavera las abejas de ciertas partes del mundo, añaden un ingrediente extra a su miel, proporcionándole un toque alucinógeno. Esto ocurre porque las abejas recolectan el néctar de los rododendros que entran en floración en esta época del año. Por lo que añaden a su producto ciertas toxinas que causan una serie de efectos interesantes cuando son ingeridos por lo seres humanos.
Este tipo de mieles son buscadas por muchos por sus supuestas propiedades medicinales, aunque su consumo en grandes cantidades puede causar mareos, náuseas, alucinaciones y una diversa gama de efectos cardíacos. Este tipo de miel se extrae varias especies de abejas, incluyendo a la abeja melífera del acantilado del Himalaya (Abis laboriosa dorsata), considerada la abeja más gran del mundo. Realmente esta miel es considerada por muchos como un afrodisíaco, por lo que es bastante popular entre los hombres de mediana edad que sufren problemas de rendimiento sexual.
El efecto alucinógeno de este tipo de miel se debe a un tipo de toxina conocida como grayanotoxinas
Las características inusuales de esta miel son causadas por un grupo de sustancias químicas denominadas grayanotoxinas, que están presentes en el néctar de los rododendros. Aunque no se considera letal para lo seres humanos, puede generar una serie de síntomas tales como hipertensión, y ademas se cree que son capaces de provocar la muerte de algunos animales.
A pesar del uso tradicional de esta miel en la medicina popular, los efectos curativos de las grayanotoxinas no ha sido confirmados por estudios científicos. En el Himalaya, la miel es tradicionalmente cosechada por las tribus locales, que arriesgan sus vidas para poder acceder a las colmenas de las abejas que se encuentran en las caras de los acantilados, cada una de las colmenas puede contener aproximadamente 60 kg de miel.
¿Qué os parece? ¿Probaríais este tipo de miel?