No sé con qué intenciones has comenzado a leer este artículo, y aunque espero no decepcionarte, tengo que hacer una afirmación desde el principio: tu cerebro te engaña constantemente, y lo que tú piensas que es tu apreciada memoria, también es una farsa. Tengo que reconocer que me ha costado asimilar lo que voy a contar a continuación, pues yo siempre he sido de las que confía en su cerebro.
Sin embargo, ya son muchas las investigaciones que confirman el funcionamiento de la memoria, y te aseguro que no es para nada lo que tú creías. Muchos pensábamos que nuestra memoria era como un almacén de recuerdos, en el que se guardan todas nuestras experiencias, tal cual las habíamos vivido. Pero resulta que nuestro cerebro confecciona los recuerdos a su antojo, mezclando experiencias pasadas y recientes, por lo que nuestros recuerdos no son tan reales como nos gustaría.
Ahora, una nueva investigación que ha sido publicada en la revista científica «Proceedings of the National Academy of Sciences» ha ayudado a comprender mejor cómo crea los recuerdos nuestro cerebro y por qué a veces nos falla la memoria.
¿Eres de los que cree que su memoria nunca falla?
Existe un experimento muy conocido dentro de la psicología que demuestra que nuestra memoria no es tan fiable como nosotros pensamos. Se conoce con el nombre de Paradigma Deese-Roediger-McDermott (DRM) y consiste en hacer recordar a una persona una serie de palabras diferentes que están relacionadas entre sí. La persona oye las palabras y luego inmediatamente las tiene que recordar.
Fuente: Pixabay
Por poner un ejemplo, las palabras podrían ser: nieve, invierno, hielo y calor. Cuando se le pide al sujeto que recuerde las palabras, a menudo, muchas personas creen que una de las palabras que han oído es ‘frío’. Y eso ocurre porque las palabras que tienen un significado parecido encienden áreas del cerebro muy cercanas entre sí, de tal forma que se sobreponen y confunden a nuestra memoria, generando recuerdos falsos.
Una mitad del cerebro hace guardia cuando dormimos en cama ajena
Esto era algo que ya se sabía hasta ahora, sin embargo, no se sabía en qué región del cerebro se producía ese solapamiento. Los investigadores tienen claro que este efecto se produce por la relación que existe entre los significados de cada palabra pero también sospechan que la formación de los recuerdos está influenciada por cómo se organiza la información en nuestro cerebro.
Las imágenes de resonancia magnética han demostrado que son muchas las áreas del cerebro que participan en crear la memoria semántica (o lo que es lo mismo, recordar el significado de cada palabra). Todo lo relacionado con los colores, las formas y el movimiento de las cosas se almacena en la corteza visual y por ejemplo, los sonidos se almacenan en la corteza auditiva.
Cuando dos palabras son muy similares desencadenan una actividad cerebral muy similar
Pero existe otro punto muy importante en el cerebro de un ser humano y es la capacidad que tenemos para ligar conceptos abstractos. Por ejemplo, todos entendemos perfectamente la relación que existe entre un pingüino y una gallina, sin embargo, no tienen la misma forma, ni el mismo color y por supuesto, no se mueven igual. Pero aún así, todos sabemos que son aves.
Los investigadores creen que esta capacidad que tenemos de procesar conceptos abstractos se debe a la actividad del lóbulo temporal anterior del cerebro. Lo creen así porque los pacientes que tienen demencia semántica tienen problemas para recordar el significado de las palabras y esta enfermedad neurodegenerativa afecta únicamente a esa parte del cerebro.
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Gracias a las imágenes de resonancia magnética los investigadores han determinado que el solapamiento también se produce en el lóbulo temporal anterior. Esto ocurre porque cuando dos palabras tienen significados similares, los patrones de actividad cerebral también son muy similares. De tal forma que la superposición conlleva a generar falsos recuerdos.
Realmente nuestra memoria funciona creando una idea general de lo que estamos viviendo en lugar de almacenar palabra por palabra. Esto nos permite encontrar soluciones a nuevos problemas que se nos plantean, utilizando la información generalizada que contiene nuestro cerebro.
No todo lo que recordamos es cierto
Está demostrado que nuestra memoria es una mezcla de nuestros conocimientos y nuestra experiencia pasada con las experiencias recientes. Por lo tanto, es como un proceso adaptativo ya que usamos nuestra memoria para hacer frente a nuevas situaciones.
Es probable que tengamos un lóbulo temporal muy diferente al de otros animales y que por eso nuestro cerebro es capaz de crear conceptos abstractos. Que la memoria nos falle de vez en cuando puede ser el precio que hay que pagar por tener la capacidad de entender y relacionar palabras con un alto rendimiento.
¿Por qué nos parece que el tiempo pasa más rápido cuando envejecemos?
Las implicaciones de esta investigación son muchas, por una parte se quieren resolver las incógnitas que existen respecto a la memoria semántica, para ser capaces de crear máquinas que sean capaces de resolver problemas nuevos en base a conocimientos anteriores. Pero por otra parte, tiene una gran implicación para evitar falsos testimonios en un juicio, y no estamos hablando de decir mentiras delante de un juez, sino de creer que todo lo que recordamos es cierto. Si fuéramos capaces de conocer exactamente como se organizan los recuerdos y el grado de superposición que existe en el cerebro, se podrían diseñar interrogatorios que evitaran este tipo de conflictos.
