Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona han descubierto en el norte de España las improntas de la piel de uno de los últimos dinosaurios que habitó la Tierra antes de que el asteroide la golpeara. Se han descubierto dos marcas que se cree que podrían pertenecer al mismo dinosaurio y claramente son la última prueba de la existencia de los dinosaurios en Europa.
Los investigadores han sido capaces de fechar con gran precisión la roca en la que se han hallado los restos fosilizados de la piel del dinosaurio y efectivamente son de hace 66 millones de años, justo antes de que el asteroide acabara con todos los dinosaurios. La investigación geológica se ha llevado a cabo en la zona del Vallcebre, un pueblo de Barcelona, y se ha determinado que el fósil pertenece a la época del Cretácico Tardío.
Victor Fondevilla, uno de los autores principales del estudio, explicó en un comunicado: «Este es el único registro de piel de dinosaurio perteneciente a este período en toda Europa, y corresponde a uno de los ejemplares más recientes, más cercano al evento de extinción en todo el mundo. Hay muy pocas muestras fosilizadas registradas y los únicos sitios con características similares se pueden encontrar en Estados Unidos y en Asia. Otros fósiles de piel de dinosaurio se han encontrado en la Península Ibérica y en Portugal, pero corresponden a otros períodos más distantes.»
Uno de los últimos dinosaurios que habitó la Tierra vivía en los Pirineos
Ya te hemos explicado en otra ocasión cómo se forma un fósil, pero haciendo un breve recordatorio: el dinosaurio debió morir en la orilla de algún río que se encontraba en la zona por aquella época. Debido a que era una zona fangosa, con el paso del tiempo esa zona en la que se encontraban los restos se fue cubriendo de arena y tras miles de años, los restos han quedado petrificados y forman parte de una roca arenisca que conserva la impronta de la piel de uno de los últimos dinosaurios que habitó la Tierra.
El artículo se ha publicado recientemente en la revista científica «Geological Magazine» y en el se detallan las características de las huellas de la piel encontradas en la roca. De hecho se han encontrado dos improntas de piel muy cerca una de la otra, separadas tan sólo por 1,5 metros, por lo que se sospecha que fueron del mismo animal. Una de las huellas mide 20 cm de ancho y la otra tan sólo 5 cm.
Estos restos son únicos, pues el periodo al que pertenecen corresponde al momento en el que los dinosaurios se extinguieron y existen muy pocos lugares en nuestro planeta con este tipo de piedras. Algo muy importante para entender un poco más cómo era la vida de estos gigantes prehistóricos.
Las improntas de la piel podrían ser de un saurópodo o de un titanosaurio
Las improntas de la piel del dinosaurio seguramente pertenecen a un saurópodo herbívoro o a un titanosaurio, ya que se encontraron huellas de estos dinosaurios, muy cerca de la roca con el fósil de la piel. Sin duda, no pueden ser ni hadrosaurios ni ningún dinosaurio carnívoro, ya que el tamaño de las escamas es demasiado grande para este tipo de dinosaurios.
Este hallazgo demuestra la riqueza de los Pirineos en cuanto a fósiles de dinosaurios. Sólo en Cataluña, se han encontrado restos pertenecientes a cinco grupos diferentes de dinosaurios: titanosaurios, anquilosáuridos, terópodos, hadrosaurios y rhabdodontids. Y ahora, puede que estemos ante las huellas del último dinosaurio que habitó la Tierra.