Tener hipo es una situación bastante incómoda y extraña. Pero sin embargo es algo que todos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas, incluso cuando somos fetos y además, los animales también tienen hipo. Si bien se sabe cómo se produce el hipo, es decir, son esas contracciones involuntarias del diafragma, todavía sigue sin resolverse la causa.
El diafragma es un músculo que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal y además es uno de los músculos que nos ayuda a respirar. Aunque no se consigue averiguar cuál es la causa exacta por la cual desarrollamos hipo, si se sabe que existen algunos factores que lo desencadenan, como pueden ser el alcohol, el consumo de bebidas gaseosas, fumar o comer muy rápido.
Además, de la misma forma que aparece, desaparece, sin saber cómo lo hemos hecho. Ya que aunque existen mil y un remedios para curar el hipo, tales como contener la respiración o sufrir un susto, no hay ninguna evidencia que respalde estas formas de acabar con el hipo y son simplemente creencias populares.
¿Por qué tenemos hipo? El gran misterio de la ciencia…
En algún estudio, algunos autores han sugerido que el hipo podría ser una forma de presentación de una crisis epiléptica, pero si bien esto podría explicar el hipo patológico, no explica, para nada, que un individuo sano tenga hipo.
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En otro estudio, se ha explorado la idea del ejercicio respiratorio, que sugiere que el hipo lo que hace es preparar los músculos respiratorios del feto para que funcionen mejor después del nacimiento, vendría a ser como un entrenamiento para ellos. Otras teorías sugieren que también le sirve al feto para expulsar correctamente el meconio, que son las primeras heces que elimina un recién nacido y que de no expulsarlas pueden provocarle la muerte, pues se intoxican.
Pero los diferentes estudios que existen sobre el tema parece que sólo intentan tirar por el suelo las teorías de los demás, porque en otro estudio hemos encontrado que las pequeñas contracciones del diafragma de un feto no tienen ningún tipo de efecto beneficioso sobre los músculos respiratorios.
En otro estudio más reciente, del año 2003, publicado en la revista «Bioessays«, un grupo de científicos propone que se debe a un vestigio de nuestro pasado evolutivo. Pues existe cierta relación entre el hipo y la forma en la que respiran los anfibios, como las ranas. La contracción del diafragma, seguida del cierre de la glotis, que es justo lo que nos ocurre cuando tenemos hipo, es el mecanismo que tienen estos animales para evitar que el agua que entra a través de las branquias, llegue a los pulmones.
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En el estudio se explica que aunque ya no tengamos la respiración de una rana, aún conservamos ciertos circuitos cerebrales que controlaban la respiración. La frecuencia respiratoria de estos animales se reduce cuando aumenta la concentración de CO2, y de hecho, se cree que con el hipo pasa lo mismo, que el CO2 reduce la frecuencia de hipo, por ello uno de los remedios populares es respirar en una bolsa, para respirar CO2.
El hipo es mucho más frecuente en los niños que en los adultos
La última hipótesis que os traemos por hoy sugiere que el hipo se activa cuando existe presencia de aire en el estómago. Debido a que el hipo es mucho más frecuente en los niños que en los adultos, los autores creen que puede ser un mecanismo para ayudar a los niños a consumir más leche, puesto que el hipo traslada el aire fuera del estómago permitiendo que estos ingieran una mayor cantidad de leche.
Aunque ninguna teoría es capaz de explicar con suficiente evidencia científica por qué tenemos hipo, os dejamos con todas ellas para que le deis una vuelta, y por supuesto, si tenéis la definitiva, ¡Compartidla!
