Según un nuevo estudio realizado por ingenieros de la Universidad de Illinois, un sistema de batería de iones de sodio convencional podría utilizarse para obtener agua dulce de agua marina. El flujo de electricidad dentro de un batería llena de agua salada extrae los iones de sal.
Los resultados han sido publicados en la revista científica «Journal of the Electrochemical Society«. Kyle Smith, el autor principal del estudio, dijo: «Estamos desarrollando un dispositivo que va a utilizar los materiales presentes en las baterías para sacar la sal fuera del agua con la menor cantidad de energía posible. Si algo me entusiasma es que mediante la publicación de este artículo, estamos introduciendo un nuevo tipo de dispositivo para la comunidad de la batería y de la desalinización.»
El método más utilizado hasta ahora para la desalinización del agua es la ósmosis inversa
La desalinización del agua está despertando cierto interés últimamente en la comunidad científica, sobre todo desde que las necesidades de agua han crecido y debido a las amenazas de las sequías. Sin embargo, son muchos los obstáculos que presenta esta técnica. Se requieren cantidades de energía muy elevadas para poder implementarlo a gran escala. El método que se suele utilizar es la ósmosis inversa, que consiste en hacer pasar el agua a través de una membrana que no permite la entrada de sal.
Para llegar a concebir el nuevo dispositivo desalinizador, los investigadores se inspiraron en las baterías de iones de sodio, que funcionan con agua salada. Las baterías están formadas por dos cámaras, un electrodo positivo, un electrodo negativo y una membrana, a través de la cual pueden pasar los iones. Cuando la batería se descarga, los iones de sodio y de cloruro, que son los dos elementos que contiene la sal, son atraídos por una de las cámaras, dejando agua desalada en la otra.
Un Robot Capaz de Descontaminar el Agua y Generar Electricidad
Este método presenta ciertas ventajas respecto a la ósmosis inversa: el dispositivo que ellos han creado puede ser pequeño o también grande, según para la aplicación a la que vaya destinado, sin embargo, las plantas de ósmosis inversa deben ser muy grandes para que lleguen a ser rentables y eficientes. La presión que se necesita para bombear el agua es mucho menor, ya que el agua fluye por los electrodos sin necesidad de forzarla a pasar a través de una membrana. Esto significa que requiere una cantidad de energía mucho menor y por lo tanto, un menor coste.
Por el momento, el único impedimento que le encontramos a la técnica es que no tienen en cuenta que el agua del mar contiene otras muchas sustancias a parte de sal, pero sabemos que están trabajando en ello y ya han comenzado los experimentos con agua de mar real.