Tanto si eres de los que odian el ruido que producen las articulaciones al crujirse como si eres de los que lo hacen constantemente, habrás oído lo malo que es para nuestras articulaciones, aunque eso no se sabe con certeza, ¿sabes por qué crujen las articulaciones?. Nosotros desde aquí hemos querido recopilar cierta información sobre el tema para intentar arrojar un poco de luz sobre el misterio.
Hemos encontrado que en una de las reuniones anuales de la Sociedad de Radiología de América del Norte, en Chicago, un equipo de científicos decidió que quería resolver el misterio de una vez por todas y mediante el uso de técnicas de ultrasonido determinaron que lo más probable era que el ruido que producen nuestras articulaciones cuando crujen se deba a la formación de burbujas en el líquido sinovial.
Al estirar los dedos el aire entra en el líquido sinovial y forma burbujas
El líquido sinovial es el líquido que se encuentra en el interior de las articulaciones y que actúa como fluido lubricante. Lo que sugieren los investigadores es que al estirar los dedos, entra gas en el líquido sinovial en forma de pequeñas burbujas y estas estallan rápidamente.
Hasta ahora todos los estudios se habían realizado mediante resonancia magnética, pero ahora, en este nuevo estudio los investigadores han utilizado los ultrasonidos que permiten detectar los procesos que ocurren en el interior del cuerpo hasta 100 veces más rápido y ver cosas hasta 10 veces más pequeños que lo que permite la resonancia magnética.
Las Microvesículas Podrían Ser la Clave para el Tratamiento de la Artritis
Los investigadores vieron algo que no se esperaban, detectaron una «explosión» brillante acompañada de la formación de burbujas y el posterior colapso. Todavía no han podido determinar si el ruido se produce por la formación de la burbuja o por su posterior estallido.
Un investigador se crujió únicamente su mano izquierda durante 60 años
Otro estudio previo, del que probablemente ya habrás oído hablar, fue el que realizó el investigador Donald Unger, que harto de escuchar cómo su madre le repetía lo malo que era crujirse las articulaciones decidió crujir cada día las articulaciones de su mano izquierda, durante casi 60 años, para comprobar si efectivamente era perjudicial.
Posteriormente llegó a la conclusión de que no era malo para las articulaciones puesto que no tenía más artritis en la mano izquierda que en la derecha. ¿Qué te ha parecido la historia de Unger? ¿Sabías ya que las articulaciones crujen por la formación de burbujas de aire?